El pontífice arremete contra los adivinos que están engañando a la gente de poca fe que vive esperanzada en tener un mejor futuro
Durante la audiencia pública general de hoy, celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco invitó a los católicos a no cometer la “estupidez” de confiar en los videntes y adivinos, quienes solo ofrecen consuelos efímeros y falsas esperanzas, pero en el fondo solo se dedican a promover a los ídolos del dinero, el éxito, el poder y la belleza.
El pontífice arremetió contra los adivinos que –mediante la lectura de horóscopos, cartas, baraja, manos, tarot, café y otros medios— están engañando a la gente de poca fe que vive esperanzada en tener un mejor futuro.
Comentó que ante las dificultades de la vida, los seres humanos muchas veces experimentan la fragilidad de la fe y sienten la necesidad de encontrar certezas y seguridades en las prácticas de adivinación, las cuales siempre resultan inútiles e insensatas.
El Papa recordó una anécdota de su vida en Argentina: una vez caminaba por un parque bonaerense y se topó con una hilera de mesas donde varios pitonizos leían la mano a los transeúntes. Estaba lleno de gente y hacían cola.
“Tú le dabas la mano a uno y él comenzaba. Pero su discurso era siempre el mismo: ‘Hay una mujer en tu vida’, ‘una sombra que viene’, ‘te irá bien’… y después pagabas. Eso te da seguridad, la seguridad de una estupidez”.
Estos consuelos efímeros intentan llenar el vacío y la soledad con promesas de éxito, poder, riquezas, vanidad, belleza física, las cuales dejan una ilusión de eternidad y omnipotencia, mencionó Bergoglio.
El pontífice recomendó a los fieles saber “permanecer en el mundo”, pero al mismo tiempo “defenderse de las ilusiones del mundo”.