Airbnb prohibió el uso de cámaras de seguridad en el interior de los alojamientos de todo el mundo, según anunció este lunes la plataforma de alquileres a corto plazo.

Anteriormente, Airbnb permitía a los anfitriones tener cámaras de seguridad interiores en las zonas comunes, siempre que los dispositivos se indicaran claramente en la página del anuncio y se colocaran en lugares visibles de la vivienda. Sin embargo, las cámaras de seguridad interiores nunca se permitían en espacios como dormitorios y baños.

La actualización anunciada el lunes aclara que las cámaras de seguridad interiores están ahora prohibidas en cualquier anuncio de inmueble, independientemente de su ubicación, propósito o divulgación previa.

«Nuestro objetivo era crear normas nuevas y precisas que proporcionen a nuestra comunidad una mayor claridad sobre lo que puede esperar de Airbnb», señaló Juniper Downs, responsable de Política Comunitaria y Asociaciones de Airbnb, en una entrada de blog de la empresa publicada el lunes.

Downs añadió que la nueva política fue creada en consulta con huéspedes, anfitriones y expertos en privacidad.

La empresa subrayó que la mayoría de los alojamientos de Airbnb no disponen actualmente de cámara de seguridad, por lo que la actualización de la política solo afectará a un pequeño grupo de anfitriones.

Los anfitriones que dispongan de cámaras de seguridad en interiores tienen hasta el 30 de abril para retirarlas. Después de esta fecha, un anfitrión que infrinja la nueva política podría enfrentarse a consecuencias como la eliminación de su cuenta en la plataforma.

Las cámaras de seguridad exteriores, como las cámaras de timbre, seguirán estando permitidas en Airbnb. No obstante, los anfitriones deberán informar a los huéspedes de la presencia y la ubicación general de las cámaras exteriores antes de realizar la reserva.

Desde hace tiempo, el uso de cámaras de seguridad en interiores en los alojamientos de Airbnb ha generado frustración entre los viajeros que utilizan la plataforma. La actualización del lunes también se produce aproximadamente una semana después de que el programa «Saturday Night Live» de la NBC emitiera un sketch en el que se bromeaba sobre las cámaras en el baño de un alojamiento de Airbnb.