Alertó que el país petrolero está atravesando una crisis política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes
El Pontífice alertó este lunes que Venezuela está atravesando una crisis política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes, al constatar que la apertura y la disponibilidad son esenciales para encontrar una solución.
“La Santa Sede, mientras que exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población, desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos existentes, y se pueda mirar al futuro con renovada serenidad”, dijo Francisco en su saludo de año nuevo a los embajadores del mundo acreditados ante la Santa Sede.
El evento lo presidió en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano y pasó revista a zonas de conflicto a nivel internacional, incluyendo la Península Coreana, Jerusalén y Siria.
En un largo discurso, pronunciado en italiano, hizo referencia explícita sólo a Venezuela entre los países de América Latina, aunque habló de manera general de otros problemas que azotan a esa región como las migraciones, la falta de trabajo y la pobreza.
El Papa aseguró que la Santa Sede exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población, en materia de alimentos y medicinas.
Más adelante se refirió a otras zonas conflictivas y manifestó el dolor del Vaticano por la pérdida de vidas en los enfrentamientos entre israelíes y palestinos producto de la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel.
Llamó a rever cualquier iniciativa que exacerbe los ánimos y llamó a un compromiso de todos para que se respete, en conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, el statu quo de Jerusalén, ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes.
“Setenta años de enfrentamientos obliga a que se encuentre una solución política que permita la presencia en la región de dos Estados independientes dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas”, precisó.
“A pesar de las dificultades, la voluntad de dialogar y de reanudar las negociaciones sigue siendo la vía maestra para llegar finalmente a una coexistencia pacífica de los dos pueblos”, insistió.
También recomendó apoyar el diálogo en la Península Coreana, justo cuando esta semana se reunirán, por primera vez en dos años, representantes de Corea del Sur y del Norte para abordar aspectos bilaterales.
“Es de importancia primordial apoyar todos los esfuerzos para el diálogo en la Península de Corea, a fin de encontrar nuevas formas de superar las disputas actuales, aumentar la mutua confianza y asegurar un futuro pacífico para el pueblo coreano y para el mundo completo”, declaró el Pontífice.
Invitó a encontrar nuevas vías para que se superen las actuales confrontaciones, aumente la confianza mutua y se asegure un futuro de paz al pueblo coreano y al mundo entero.
Consideró urgente un compromiso común para reconstruir puentes en Ucrania, porque el año apenas terminado dejó nuevas víctimas del conflicto que aflige al país y sigue produciendo gran sufrimiento a la población, en particular a las familias que habitan en las zonas afectadas por la guerra y que han perdido a sus seres queridos, muchos de ellos ancianos y niños.
“Es importante que continúen las distintas iniciativas de paz a favor de Siria en un clima propositivo de creciente confianza entre las partes, para que se logre poner fin, de una vez para siempre, al largo conflicto que ha afectado a todo el país y que ha causado enormes sufrimientos”, siguió.
Pidió impulsar la voluntad de diálogo y los caminos de reconciliación en Irak, Yemen, Afganistán y otros lugares del Medio Oriente.
A la comunidad internacional le solicitó no olvidar el sufrimiento en países africanos como Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Somalia, Nigeria y República Centroafricana.
Denunció que, en esas naciones, el derecho a la vida está amenazado por el abuso indiscriminado de los recursos, por el terrorismo, la proliferación de grupos armados y por los conflictos que perduran.