La Sociedad Americana del Cáncer recalca que mantener el peso adecuado mejora las posibilidades de supervivencias después de ser diagnosticado con cáncer.
La Sociedad Americana del Cáncer recalca que mantener el peso adecuado previene el desarrollo de múltiples padecimientos y mejora las posibilidades de supervivencias después de ser diagnosticado con alguna neoplasia. Hacerse chequeos preventivos, hacer ejercicios y tener una dieta balanceada que incluya alimentos anticancerígenos disminuirá la posibilidad de contraer esta enfermedad.
Tomate: su compuesto activo es el licopeno, que reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. Un estudio de la Universidad de Cambridge reveló que comer diez raciones a la semana es beneficioso.
Té verde: tiene propiedades antioxidantes. Investigaciones del Instituto Nacional de Cáncer de China señalan que quienes beben una taza diaria tienen 52% menos de probabilidades de presentar neoplasias en el esófago y el estómago.
Aceite de oliva extra virgen: estudios científicos españoles señalan que es una potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama.
Brocoli: el sulfurafano y los isotiocianatos de esta verdura pueden detener la proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, mama y páncreas.
Productos integrales derivados del trigo y el centeno: la Sociedad Americana del Cáncer recomienda comer fibra para acelerar el tránsito intestinal y arrasar con las toxinas del conducto digestivo para prevenir neoplasis en estómago y colon.