Los amigovios o amigos con derechos podrían ser el futuro existoso de las relaciones de pareja
La forma de tener un amigo con el que puedas tener relaciones sexuales y no haya compromisos de por medio: amigovios o amigos con derechos.
Amigovios o amigos con derechos
Amigovios o Amigos con derechos. Pareja para el fin de semana. Cada uno en su casa. Relaciones en línea. El amor ha cambiado porque los tiempos han cambiado.
María Beatriz Pereira Reis, psicóloga de adultos de ISEP Clínic Barcelona explica cómo funciona este tipo de relación y cuáles son sus puntos fuertes y débiles.
Los llamados amigovios, que mantienen relaciones sexuales dentro de un vínculo de menor compromiso formal que un noviazgo, son una relación amorosa y erótica en la que se niega el encuadre matrimonial.
“Los “amigovios” o amigos con derechos entran en una categoría especial: no son novios ni amantes. Son parte de una relación en la que abundan la exploración, las búsquedas y el sexo, en la que todo vale, excepto enamorarse”, señala a Efe la psicóloga María Beatriz Pereira, de ISEP Clínic.
Características de este tipo de relación
Una característica de los amigovios es que la relación tiene un comienzo y un final, aunque el final puede ser renovable. Otras características son que no tiene cotidianeidad como en el vínculo matrimonial, ni tampoco proyectos vitales futuros, y crea la ilusión de un placer permanente sin un encuadre estable.
“Aunque en esta relación la tendencia monogámica está negada, los amigos con derechos se ubican en la categoría de elegidos o preferidos, y el engaño y la transgresión entre ellos pueden tener un sabor y un sentido particular”, mencionó la psicóloga.
¿Cuentan como pareja?
Los amigovios o amigos con derechos no deben ser tomados a la ligera porque, antes que nada, son amigos, y deben corresponder a todas las necesidades que la amistad conlleva. Como en todo vínculo, y sobre todo sexual, debe haber respeto mutuo y honestidad. Por ejemplo, cuando una persona quiere finalizar los encuentros sexuales debe ser honesta y no debe haber problema en acabarlo. A menos de que empiece a haber sentimientos más profundos involucrados.
Aunque parecen ser relaciones simples, vividas en y con absoluta libertad, son sinónimo de complejidad, por las reglas intrínsecas, el lenguaje adulto y desprejuiciado, la cabeza abierta y demás cosas que las hacen únicas e intransferibles.