El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo la mañana de este martes que podría presentar una iniciativa de reforma a la ley electoral si fracasa en el Congreso su plan de modificar la Constitución para poder hacerla.
«Como es tan importante que haya democracia, es probable que yo envíe una reforma a la ley que no requiere de dos terceras partes (del Congreso)», señaló AMLO, después de que partidos opositores anunciaran que no respaldarán la iniciativa legislativa, haciendo inviable su aprobación sólo con los votos del oficialismo y sus aliados.
«Lo ideal sería la reforma constitucional pero como son intereses de los oligarcas que no quieren la democracia», agregó el primer mandatario en su habitual conferencia mañanera.
La tarde de este lunes Ricardo Monreal Ávila informó que hizo saber en privado al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que las reformas que interesan al presidente López Obrador, entre otras la electoral que actualmente analiza la Cámara de Diputados, serán revisadas de manera puntual en la Cámara de Senadores.
Por su parte Morena en la Cámara de Diputados sostuvo que las bancadas de oposición tienen hasta el 25 de noviembre para crear un dictamen de consenso sobre la reforma electoral ya que, de lo contrario, advirtió, seguirá adelante con la iniciativa presidencial en la materia a través de una ruta similar a la de la reforma eléctrica.
Decenas de miles de personas salieron a las calles el domingo contra la propuesta presidencial de reforma constitucional que, según sus detractores, debilitaría al árbitro de los comicios (INE) al reducir su presupuesto y cambiar la forma de elección de sus consejeros.
Para aprobar los cambios, el oficialismo y sus aliados requieren de los dos tercios de los votos en ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, la oposición, que participó de las protestas, ha dicho que no apoyaría la reforma. Modificaciones a la ley electoral no requieren de mayoría calificada.
En el pasado, López Obrador optó por modificar leyes secundarias al no contar con los dos tercios necesarios para modificar la Constitución, como en septiembre, cuando la Guardia Nacional, una policía militarizada, pasó a manos de la Secretaría de la Defensa.