Amor y amistad

Véritas Liberabit Vos

El Día de hoy celebramos los valores de Amor y de Amistad, dos conceptos por demás inherentes al ser humano que conforman la base de su existir en este mundo y la cualidad de gregario que nos convierte en seres conocidos como orgánicos no solo por nuestra constitución química o molecular sino por la condición sine qua non de formar grupos sociales de distinta índole es decir, ser organizados o pertenecer a alguna asociación.

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El remitirnos a su etimología u origen nos podrá llevar a muchas definiciones referentes al tema de la amistad, igual número de opiniones podremos dar al momento en que se nos pregunte por el concepto de amor, sin embargo lo que nadie puede negar es que sin amistad no se puede vivir, es necesaria aún para quien tenga todos los tesoros materiales de la tierra, nadie puede decir que ha sido feliz, o ha podido salir avante sin contar por lo menos con un amigo, la amistad es necesaria para diversas situaciones o estados de la vida.

La amistad es algo que acontece, es un don que Dios le dio al hombre en su propia naturaleza, por eso el hombre desde que nace tiende a ser sociable, en forma natural huye del vacío que le produce la ausencia de compañía y esto se traduce en la tendencia de dirigirse a otro ser como él para buscar sentirse bien en su presencia; esta tendencia innata se produce en forma personal y por una decisión libre y reflexiva, de una manera totalmente consciente, dándose en un plano superior a la sensibilidad, por eso solo en el hombre pueden encontrarse los vínculos de amistad; necio es pensar que esta relación pueda darse entre los animales inferiores, es el hombre el único que puede invertir al amigo con un fin en sí mismo, dirían algunos autores: “Un alma sola” o sea un alma que habita en dos cuerpos donde ambas tengan el mismo ideal.

En una amistad no sólo se desea el bien, la amistad fundamenta el sentimiento de benevolencia, desear el bien para el amigo, querer bien es aspecto formal de amistad, cuando se quiere a alguien debe sentirse la responsabilidad de su crecimiento como persona, porque la amistad no significa o haber tenido la suerte de encontrar a alguien con quien solamente puedo obtener un rato agradable, sino el colaborar en progresar mutuamente; al amigo hay que aceptarlo, respetarlo y quererlo como es, por eso los amigos se pueden escoger, nadie puede forzar a ser amigo de alguien.

El amigo considera al amigo no lo hace por cálculo y en espera de recompensa, sino de un modo completamente desinteresado. Ahora bien como a su vez el otro amigo practica igual trato de desinteresada acción, resulta la amistad especialmente recíproca, una satisfacción tanto más plena cuanto que no ha sido presupuestada ni preparada.

La amistad es así algo muy bello y entrañable, no busca lo útil sino lo bueno para ambos, es virtuosa y pretende el mejoramiento de la otra persona, es libre y desea que el amigo se realice plenamente conforme a sus cualidades y finalidades honestas, es una entrega personal mutua, de lo racional a lo meramente sentimental, es un valor en sí mismo, es la práctica de una virtud, no por nada se dice que encontrar a un amigo es como hallar un verdadero tesoro, la amistad se cultiva, la amistad se cuida, la amistad se valora, la amistad se vive y se demuestra.

El escritor español Manuel García Morente nos señala que la amistad no es ambivalente del amor, es una de las diversas formas en que puede desenvolverse la convivencia y la comprensión, el don de la amistad, es el amor, es la entrega de amistad, él la constituye y estructura, el amor es la expresión más alta del ser personal, el don de la entrega personal.

El apóstol San Pablo nos expresa que el amor debe ser paciente, benigno, carente de toda envidia y vanagloria, que no se ensoberbece, no hace nada que pueda escandalizar, no busca su propio interés ni es irritable, no tiene a cuenta el mal que recibe, no se goza en la injusticia, todo lo espera, todo lo comprende, no se agota.

El amor aparece entre nosotros en forma múltiple y única a la vez, en esencia es el mismo, en su firma o tipo es multifacético y así podemos hablar del amor paterno, materno, filial, conyugal, y en especial en esta fecha la amistad que como lo hemos dicho es una forma de amor.

En estos tiempos en que los conceptos de amor han quedado reducidos a un plano meramente sensual y hedonista, donde se mide el amor por el grado de placer, y por otro lado la amistad se remite a un simple cuatismo, compadrazgo o a una relación interesada de solo buscar obtener algo a cambio, es importante que nos esforcemos a ser nosotros mismos los primeros en colocar ambos términos en su justo lugar, hoy se nos da la oportunidad de ser mejores amigos y entregar el verdadero amor a nuestro prójimo.

Si dejamos atrás el egoísmo y pensamos más en las personas que nos rodean, esforzándonos por comprenderlas y ayudarlas buscando su bien, seguros estamos que la vida la podremos ver como lo que es: La enorme oportunidad que tenemos para ser mejores cada día y poder brindar al prójimo algo de lo mucho que Dios nos ha dado.

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