Francisco exigió amparar a los pueblos latinoamericanos de una ‘colonización ideológica’ que busca cancelar su diversidad cultural
El Papa Francisco llamó a los católicos de Latinoamérica y el Caribe a celebrar y defender su diversidad.
Asimismo, dijo este martes que el rostro de la Iglesia católica es indígena, mestizo y negro.
Francisco ofició una misa especial para celebrar a la Virgen de Guadalupe, la virgen mestiza que la tradición católica dice se le apareció a un indígena en el siglo XVI en México y que es especialmente importante para los católicos latinoamericanos, incluyendo al Pontífice de origen argentino.
En su homilía, el Papa expresó que los pueblos indígenas, las mujeres, los migrantes y los desempleados a menudo no son tratados con la dignidad que merecen.
Pidió a los fieles no sólo cultivar sus diversas culturas, sino defenderlas “valientemente” ante la homogenización que trata de imponer una única manera de pensar.
“De ser, de sentir, de vivir, que termina haciendo inválido o estéril todo lo heredado de nuestros mayores; que termina haciendo sentir, especialmente a nuestros jóvenes, poca cosa por pertenecer a tal o cual cultura”.
“Nuestra fecundidad nos exige defender a nuestros pueblos de una colonización ideológica que cancela lo más rico de ellos, sean indígenas, afroamericanos, mestizos, campesinos, o suburbanos”, añadió Francisco en español.
“Queremos aprender a ser Iglesia con rostro mestizo, con rostro indígena, afroamericano, rostro campesino, rostro cola, ala, cacaxtle… Rostro pobre, de desempleado, de niño y niña, anciano y joven para que nadie se sienta estéril ni infecundo, para que nadie se sienta avergonzado o poca cosa.”
El primer Papa de Latinoamérica continuó una tradición iniciada por su predecesor Benedicto XVI de celebrar una misa especial el Día de la Virgen de Guadalupe, reconociendo que la zona representa 40 por ciento de los católicos en el mundo.
Además, que México y Brasil siguen siendo las naciones con más católicos.
La misa fue más tradicional, aunque Francisco, que usualmente no canta, cantó las palabras finales del himno a “La Guadalupana”.
De acuerdo con la tradición, le Virgen de Guadalupe se le apareció al indio Juan Diego en 1531 en el cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México, cerca de donde los aztecas veneraban a una diosa y su imagen quedó milagrosamente impresa en su huipil.
La imagen ayudó a los sacerdotes a inculcar el catolicismo entre los indígenas durante la colonia española y posteriormente la Iglesia nombró a Guadalupe patrona de todo el continente.
Juan Diego fue canonizado como el primer indio santo en 2002, durante el papado de Juan Pablo II.
Piden, en nombre de la Guadalupana, protección a ‘dreamers’
Inmigrantes y activistas marcharon el martes al Congreso para pedir en nombre de la Virgen de Guadalupe la aprobación este año de una ley que proteja permanentemente de la deportación a 800 mil inmigrantes traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
Los manifestantes iniciaron la protesta en una parroquia aledaña donde el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Washington, el colombiano Mario Dorsonville, ofició una misa.
“Somos todos una familia y somos responsables en la oración y también en la abogacía que todos tenemos que hacer por aquellos que no tienen voz”, dijo Dorsonville tras el servicio religioso durante el que cedió la palabra a Alejandra Coreas, una salvadoreña de 22 años de edad.
Coreas dijo que la devoción católica de su madre la llevó a hablar en público por primera vez el martes sobre su estatus migratorio.