Las fuerzas armadas recuperaron el control del tercio de territorio que ocupó el Estado Islámico (EI) en 2014, poniendo fin a la batalla de tres años y medio
Irak celebra a lo largo de su territorio la victoria del país sobre el Estado Islámico (EI), pues las tropas rebeldes que se mantenían en su territorio fueron expulsadas ayer por el ejército.
La victoria fue lograda gracias a la unidad de todos los iraquíes en la lucha contra un enemigo que no pensaba que veríamos este día”, dijo el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, quien declaró hoy, domingo, día feriado para celebrar este triunfo.
El subcomandante de las fuerzas iraquíes conjuntas Abdelamir Yarala también insistó en que se “ha consumado la liberación en todos los territorios de Irak de las bandas de Daesh (acrónimo en árabe del EI) y que sus fuerzas controlan las fronteras entre Irak y Siria desde el paso fronterizo de Al Walid, hasta el de Rabía, separados por 435 kilómetros de distancia.
El oficial explicó que las tropas recuperaron la zona de Al Yazira, ubicada entre Nínive y Al Anbar, con el respaldo aéreo del Ejército y retomaron el control de 90 pueblos y más de 16 mil kilómetros cuadrados.
A pesar del júbilo que genera esta noticia, el primer ministro instó a la población a estar atentos: “Es una victoria y una fiesta para todos los iraquíes, pero a pesar de esta victoria final, debemos permanecer alerta.”
Este anuncio llega tres años después de que el EI tomara el control de un tercio de Irak, en 2014. El 17 de octubre de 2016 comenzó la recuperación del territorio por parte de Irak que concluyó con el rescate de Mosul, la segunda ciudad más importante, en julio de este año. A partir de ese momento los grupos rebeldes fueron cayendo poco a poco.
Esta guerra dejó a seis millones de desplazados, tres y medio de los cuales buscaron refugio en campamento y el resto encontraron alojamiento en casas alquiladas de familiares o conocidos.
Sin embargo, de acuerdo a los datos más recientes de a Oficina de la ONU para los refugiados (OCHA), que son de septiembre, todavía hay tres millones 200 mil desplazados internos y 11 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, a pesar de que la población ha comenzado a regresar a sus hogares.