Anaya está acusado de asociación delictuosa, cohecho y lavado de dinero.
Un juez federal difirió la audiencia que se tenía prevista para este lunes en la que la Fiscalía General de la República (FGR) imputaría al excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya.
La FGR acusa a Anaya de haber recibido un soborno por 6 millones 800 mil pesos otorgados por la empresa brasileña Odebrecht para aprobar la reforma energética impulsada por la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
Marco Antonio Fuerte Tapia, juez del Centro de Justicia Federal en el Reclusorio Norte, fijó la nueva fecha de audiencia para el 31 de enero próximo a las nueve de la mañana.
El juzgador no explicó si en la sesión próxima Ricardo Anaya debe estar de manera presencial en la sala de oralidad o si se podrá conectar por videoconferencia como ocurrió este lunes. Autoridades judiciales dijeron que se trata de un punto a discutirse próximamente.
Se trata de la tercera ocasión en que esta audiencia de imputación se difiere la primera el 26 de agosto y luego el pasado 4 de octubre, en ambas el juez estimo válida la solicitud de la defensa de Anaya de posponerla.
En aquellas ocasiones los abogados de Anaya alegaron que, pese a que la FGR ya abrió la carpeta de investigación a la defensa, de última hora incluyó más de mil fojas al expediente, por lo que pidió más tiempo para su análisis.
Este lunes el juez estimó que las partes no alcanzaron a imponer la totalidad de las constancias.
Podría ser el último diferimiento que concede para celebrar la audiencia de imputación.
La acusación de la FGR contra Anaya se basa en la denuncia presentada en agosto de 2020 por el ex director de Pemex, Emilio Lozoya.
El ex funcionario dijo haber entregado 6 millones 800 mil pesos a Anaya para aprobar la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto. Lozoya aseguró que ese dinero provenía de Odebrecht.
Según el dicho de Lozoya el presunto soborno ocurrió en agosto de 2014, ocho meses después de la aprobación de la reforma energética y cinco meses después de que Ricardo Anaya dejó de ser diputado.
“Habría sido el soborno más estúpido de la historia (…) o compraron el voto de alguien que no tenía voto, o pagaron por un voto que emití meses antes”, dijo Anaya en reciente entrevista con un diario estadounidense.