«Quería que sintieran y vieran estos espacios, que dejaran su mente imaginar. ¿Cómo se ve un cuerpo negro en la actualidad en el lugar en que hace 250 años se vendían seres humanos?», expresó Nona Faustino
Es sabido que en Nueva York ha sucedido de todo. La historia de esta ciudad cosmopolita incluye un fuerte periodo de comercio de esclavos, por ejemplo. La artista Nona Faustine quiere llamar la atención sobre este capítulo que decidió la vida de miles de afroamericanos y su perdurable legado en la serie fotográfica
“Como viajera en el tiempo, estoy muy interesada en el pasado y nuestro futuro. Me veo a mí misma y a la gente que construyó esta ciudad y este país como una sola. Ellos merecen tanto reconocimiento por su sacrificio y sus contribuciones, algo que se les niega aún. Había una fuerza muy en el fondo de mi ser que necesitaba rendir este homenaje a aquellos que tuvieron un rol esencial en la historia temprana de esta ciudad y a los espacios en que existieron. Quería destapar estos lugares donde existe un vínculo tangible con el pasado.
“Ya que soy una documentalista de corazón, quería que sintieran y vieran estos espacios, que dejaran su mente imaginar. ¿Cómo se ve un cuerpo negro en la actualidad en el lugar en que hace 250 años se vendían seres humanos? Ningún otro medio aparte de la fotografía y el filme puede hacer esto”.
Aunque suele representarse a la esclavitud estadunidense como un fenómeno de los estados sureños, ésta fue una parte integral de la cultura y la economía de los estados del norte también. “La esclavitud fue introducida en Nueva York (entonces Nuevo Ámsterdam) en 1626 y, por los dos siglos siguientes sería una parte significativa de la vida de esta ciudad. De hecho, el ayuntamiento de Nueva York declaró a Wall Street el primer mercado oficial de esclavos el 13 de diciembre de 1711, considerándola un espacio donde los seres humanos podían ser esclavizados para el día o para la semana.
“El mercado de esclavos tomó la forma de una estructura de madera con flancos abiertos y contenía aproximadamente a 50 personas a la vez. Operaba como tal en la esquina de Wall Street con Pearl Street, en el corazón del Distrito Financiero, hasta 1762. La esclavitud fue legalmente abolida en Nueva York en 1827.
Hacer uso del cuerpo femenino desnudo como forma de protesta sociopolítica es aún algo controversial, particularmente para las mujeres negras. Recientemente hubo una marcha de mujeres negras en topless durante la hora pico de San Francisco para atraer atención sobre el abuso de la fuerza por parte de las corporaciones policiacas en contra de las mujeres negras; esta protesta provocó tanto críticas como admiración
Para Nona Faustine, desnudarse en público fue una experiencia tanto retadora como estimulante: “Mis ojos están bien abiertos, y aún así, estoy ahí y no ahí.
Mi cuerpo está cargado de adrenalina. Mi ansiedad está muy alta. Durante todo esto, filtras tantas abstracciones como es posible para poder mantener algún tipo de compostura ante la cámara mientras la gente y los automóviles pasan.
“Mis sentidos están elevados. Me afilo en particular con los sonidos. Tengo este sentimiento de estar siendo observada por algo o alguien que a veces no está presente en realidad. Soy extremadamente consciente de mi presencia en estos lugares”.
La serie fotográfica de Faustine fue inspirada parcialmente por Saartje Sarah Berman, conocida como Venus Hottentot, una mujer africana khoikhoi cuyo gran trasero y figura curvilínea fue exhibida en espectáculos de monstruosidades en la Europa del siglo XIX.
Los zapatos blancos que aparecen en las fotografías de Faustine representan “el patriarcado blanco del que no podemos escapar”