Cierto que la defensa de Dallas sigue cometiendo algunos errores sistemáticos; el más notable es la falta de tackleo, que brinda oportunidades extras a sus rivales.

Distó de ser el mejor partido de Dak Prescott o Ezekiel Elliott en números.

Pero es un hecho que fue uno de los mejores de sus jóvenes carreras en motivación y autoconfianza, en particular para el quarterback de los Dallas Cowboys.

Prescott mostró que cuando acepta retos intenta al máximo cumplir en todos aspectos. Así quedó demostrado de nuevo en la victoria 20-13 sobre los New York Giants, el domingo por la noche en el AT&T Stadium de los Cowboys.

El quarterback salió agresivo desde la primera jugada del partido y para la tercera ya había lanzado un pase de touchdown de 64 yardas a Tavon Austin.

Y para el final de la segunda serie ofensiva del cuarto inaugural, los Cowboys ya habían hecho más daño al ataque que en todo el primer juego de la temporada, la semana anterior en Carolina.

“Es importante para nosotros tener un buen arranque de partido en todas las fases del juego para nuestro equipo“, dijo el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett. “Pienso que manejamos bien la pelota en el partido. Dak estuvo particularmente bien desde temprano. Mezclamos la carrera y el pase bien, movimos el balón y capitalizamos esas primeras series“.

El safety neoyorquino vaticinó que si el partido pasaba por las manos de Prescott, sería menos complicado derrotar a los Cowboys.

La defensa de Dallas capturó seis veces, con seis jugadores diferentes a Eli Manning; apenas aceptó 28 yardas por carrera del corredor Saquon Barkley, segunda selección global de la NFL en el pasado draft, quien hizo más daño por pase, con 80 yardas.

“Nosotros creemos que cada uno de los muchachos defensivos va a tener impacto real en el partido“, dijo Garrett. “La cobertura también tuvo mucho que ver con poder estar cerca del quarterback de manera consistente. Cubrimos hombre a hombre a jugadores muy dinámicos. Fue un juego redondo para la defensa“.

Cierto que la defensa de Dallas sigue cometiendo algunos errores sistemáticos; el más notable es la falta de tackleo, que brinda oportunidades extras a sus rivales.

Pero está creando oportunidades para que incluso su ofensiva tenga campo menos largo para avanzar.