Según estadísticas de la Procuraduría General de Justicia y de archivos periodísticos, los municipios donde se concentra el mayor número de homicidios son Mazatlán y Culiacán
El inicio de la administración estatal de Quirino Ordaz Coppel ha estado marcado por un repunte en la violencia, que en 25 días ha arrojado en el estado 89 asesinatos, el descubrimiento de fosas con cuerpos, además de civiles y policías privados de la libertad.
Pero es Mazatlán, la “joya de la corona”, donde la inseguridad se ha recrudecido, pues en lo que va del año se ha registrado el 35 por ciento de estos hechos de alto impacto.
Según estadísticas de la Procuraduría General de Justicia y de archivos periodísticos, los municipios donde se concentra el mayor número de homicidios son Mazatlán y Culiacán.
El día más violento del año fue el sábado 21 de enero, cuando registraron a nivel estatal nueve asesinatos. Mientras que el martes, Mazatlán registró cinco homicidios en tres hechos diferentes. Ayer se reportaron tres asesinados en el puerto.
A esto se suma la privación ilegal de dos agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Culiacán, uno de ellos participante en el auxilio a militares durante la emboscada del 30 de septiembre del año pasado, que dejó cinco soldados muertos y 10 más lesionados.
Dos cadáveres más han sido localizados, uno en Culiacán y otro en Mazatlán, que no se han confirmado si son homicidios o accidentes.
Todo esto en el contexto de la “militarización” de la entidad, donde personal castrense desplazó a los mandos civiles de las corporaciones estatales.
Entre martes y miércoles, dos fosas clandestinas fueron encontradas en la periferia de Mazatlán, mientras que la Brigada Nacional de Desaparecidos, en su primera visita al estado, halló indicios de restos humanos en un fosa en la sindicatura El Quelite.
