Una energética rusa trató de impresionar con su split, y vaya que lo hizo… le falló el cálculo y terminó azotando su rostro al suelo y rompiéndose la nariz. ¡Auch!
Cuando logras entrar a un concurso de talentos lo único en tu mente es: “voy a dar lo mejor de mí”, el mensaje rápidamente viaja por tu cuerpo y se transmite, o debería, pues resulta que el resultado no siempre es el deseado.
Entregarlo todo como si fuera la última vez es demasiado arriesgado, sobre todo cuando no eres de las personas que trabajan mejor bajo presión, demasiados nervios terminan por arruinar todo.
El vivo ejemplo es Ekaterina Kondrashina, una bailarina cuya intención fue dar la mejor impresión a los jueces de un concurso de talentos que era transmitido en vivo.
La energética rusa trató de impresionar con su split, y vaya que lo hizo… le falló el cálculo y terminó azotando su rostro al suelo y rompiéndose la nariz. ¡Auch!