Suena descabellado, pero médicos españoles aseguran que la cerveza es un poderoso antiarrugas, mejor que las cremas, por lo que beberla con moderación ayudaría a evitar la aparición de líneas de expresión.
Para mí, que soy amante de la cerveza, esto es una excelente noticia. Según dicen los autores del estudio, los antioxidantes que tiene un tarro de cerveza ayudan a combatir los radicales libres (moléculas responsables de la oxidación de nuestras células) y a mantener a sus consumidores con gran “vitalidad”.
La Dra. Pilar Codoñer Franch, jefa del Departamento de Pediatría Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, en España, asegura los antioxidantes provenientes de la cebada horneada que contiene la cerveza (y que le dan aroma, textura, color y sabor), se vinculan con las proteínas y azúcares responsables de la aparición de compuestos que influyen en la formación de radicales libres.
La cerveza contiene más de 200 componentes, entre los que se encuentran vitamina B, ácido fólico (B1, B2 y B12), así como polifenoles, grupo de antioxidantes presentes también en las uvas y fibra.
Para quienes hacen deporte también es excelente, pues favorece la hidratación y hace que la recuperación del cuerpo tras una actividad extenuante sea más efectiva.
Ah, y si creías que la cerveza es la culpable de la famosa “panza chelera”, estás en un error. Su aportación calórica es baja, 200 ml contienen 90 kcal. La bebida no es culpable de la obesidad, más bien es con qué acompañas la cerveza. Si llevas una alimentación desequilibrada, acostumbras beberla con frituras y no haces ejercicio, obviamente traerá consecuencias.