Es el más alto desde la crisis de lo misiles en Cuba de 1962, señala el presidente de EU ante la posibilidad rusa de usar armas nucleares
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer jueves que el riesgo de un «armagedón» nuclear está en su nivel más alto desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, ya que los funcionarios rusos discuten la posibilidad de utilizar armas nucleares tácticas después de sufrir importantes reveses en la invasión de Ucrania.
Durante un evento de recaudación de fondos, Biden dijo que el presidente ruso Vladimir Putin es «un tipo al que conozco bastante bien» y no está «bromeando cuando habla del uso de armas nucleares tácticas o de armas biológicas o químicas».
«No hemos enfrentado la posibilidad de un ‘armagedón’ desde Kennedy y la crisis de los misiles cubanos», añadió Biden. La amenaza de Putin es real «porque su ejército está, se podría decir, obteniendo resultados notablemente negativos».
Funcionarios estadounidenses han advertido durante meses sobre la posibilidad de que Rusia utilice armas de destrucción masiva en Ucrania debido a los reveses que ha sufrido en el campo de batalla, aunque las declaraciones de Biden constituyen las advertencias más crudas hasta ahora emitidas por el gobierno de Estados Unidos sobre el peligro nuclear.
No estaba claro por el momento si Biden se refería a una nueva evaluación de las intenciones rusas.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses han dicho incluso esta semana que no han visto cambios en las fuerzas nucleares de Rusia que requieran cambiar el nivel de alerta de las fuerzas nucleares estadounidenses.
«No hemos visto ninguna razón para ajustar nuestra propia postura nuclear estratégica, ni tenemos indicios de que Rusia se esté preparando para usar inminentemente armas nucleares», afirmó el martes la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La crisis de 1962 que se dio durante 13 días tras el descubrimiento por parte de Estados Unidos del envío de armas nucleares por parte de la Unión Soviética a Cuba es considerado por los expertos como lo más cerca que ha estado el mundo de la aniquilación nuclear. La crisis durante la presidencia John F. Kennedy provocó un renovado interés por el control de armas a ambos lados de la Cortina de Hierro.
Biden también cuestionó la doctrina nuclear rusa, y advirtió que el uso de un arma nuclear de baja potencia podría salirse de control y desencadenar una destrucción global.
«No existe la posibilidad de utilizar fácilmente un arma táctica y no acabar en un armagedón», aseveró Biden.
Añadió que seguía «tratando de descifrar» la «rampa de salida» de Putin en Ucrania.
«¿Dónde encuentra una salida?», preguntó Biden. «¿Dónde encuentra una posición en la que no sólo no se desprestigie, sino que no pierda un poder significativo dentro de Rusia?».
Putin ha aludido en repetidas ocasiones a utilizar el vasto arsenal nuclear de su país, incluso el mes pasado, cuando anunció sus planes de reclutamiento para enviar más hombres a Ucrania.
«Quiero recordarles que nuestro país también dispone de varios medios de destrucción… y cuando la integridad territorial de nuestro país se vea amenazada, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda utilizaremos todos los medios a nuestro alcance», dijo Putin el 21 de septiembre, añadiendo con una mirada fija a la cámara: «No es una bravata».
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo la semana pasada que Estados Unidos ha sido «claro» con Rusia sobre cuáles serían las «consecuencias» de usar un arma nuclear en Ucrania.
«Esto es algo a lo que estamos atentos, que nos tomamos muy en serio, y sobre lo que nos comunicamos directamente con Rusia, incluyendo el tipo de respuestas decisivas que tendría Estados Unidos si se metieran en ese oscuro camino», dijo Sullivan.
Horas antes, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que Putin entendió que «el mundo nunca perdonará» un ataque nuclear ruso.
«Comprende que tras el uso de armas nucleares ya no podría preservar, por así decirlo, su vida, y estoy seguro de ello», dijo Zelenski.