Joe Biden tomó hoy posesión como el 46º presidente de Estados Unidos en una ceremonia al mediodía marcada por la ausencia del mandatario saliente, Donald Trump.
En el acto estuvieron presentes los expresidentes demócratas Barack Obama y Bill Clinton y el exmandatario republicano George W. Bush.
La ceremonia, que ya había sido reducida por la pandemia, quedó además marcada por la toma del Capitolio el pasado 6 de enero, lo que obligó a un despliegue de seguridad sin precedentes en Washington, donde el tráfico está cortado en todo el centro de la ciudad y hay miles de efectivos de la guardia nacional desplegados.
Biden llegó al Capitolio acompañado de su esposa, Jill Biden, y de Kamala Harris, que juró poco antes como la primera vicepresidenta de Estados Unidos.
La ausencia de Trump marca un hito en 150 años de tradición republicana, pero su gobierno estará representado por el vicepresidente saliente Mike Pence.
En su primer discurso como presidente, Joe Biden hizo un llamado a la unidad para que Estados Unidos “sea una vez más la fuerza principal del mundo”.
Luego de juramentar como el 46° presidente del país, Biden destacó que el país está celebrando el «triunfo de la democracia», no de un candidato.
“En la unidad podemos hacer que Estados Unidos sea, una vez más, la fuerza principal del mundo”, declaró.
El nuevo mandatario prometió servir a todos los estadunidenses, a pesar de las ideologías y las diferencias.
“Promero ser el presidente de todos los estadunidenses», declaró.
Agregó que se debe hacer más para sanar a la nación de las divisiones recientes.
“Hemos llegado tan lejos, pero todavía tenemos que ir más lejos», afirmó Biden, quien admitió que queda mucho por ‘sanar’.
En su discurso, el veterano político afirmó que Estados Unidos enfrenta «el surgimiento del extremismo político, la supremacía blanca, el terrorismo doméstico», pero prometió que estas amenazas van a ser derrotadas.
Esta ceremonia sin público recordó a los 400 mil muertos por la pandemia en el país con un conjunto de banderas estadounidenses plantadas en la explanada frente al Capitolio.
Biden quiso además recordar a las víctimas con un minuto de silencio y advirtió durante su discurso que Estados Unidos enfrenta la fase más «mortífera» de la pandemia.