Carta pública de Juan Ramón López Tirado al ingeniero Heberto Castillo en 1994.

Bernardo Macías Mora

Aquél 4 de julio de 1993, el ingeniero Juan Ramón López Tirado, candidato a gobernador de Nayarit por el Partido de la Revolución Democrática, perdió ampliamente la elección contra el priísta Rigoberto Ochoa Zaragoza, tras lo cual se sobrevino un movimiento postelectoral de protestas de impugnación contra el resultado.

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Oficialmente estaba claro:

PAN: Ceferino Ramos Nuño 10 mil 893 votos 3.8%

PRI: Rigoberto Ochoa Zaragoza 170 mil 951 votos 58.9%

PRD: Juan Ramón López Tirado 78 mil 116 votos 26.9%

El PRD desató una campaña de denuncias que redundaron en la multiplicación de marchas en Tepic que culminaban en mítines frente a Palacio de Gobierno. Una de estas asambleas populares fue disuelta con gases lacrimógenos, pero esa es una historia que se estudiará de otra manera.

Lo que cabe destacar es que López Tirado buscó otras coyunturas inmediatas en partidos políticos de izquierda para integrarse a la vida política, tratando de negociar espacios en cualquiera de las cámaras legislativas federales.

En fin, hubo acusaciones de todos los frentes. Una de ellas, proveniente del ingeniero Heberto Castillo, quien en 1994 ya era senador por el PRD en Veracruz y murió el 5 de abril de 1997 durante su encargo.

López Tirado acaba de morir en Acaponeta apenas hace dos meses. Escribió al Buzón del Lector de la Revista Proceso esta Carta Abierta, la cual se la publicó Julio Scherer en junio del 94.

Carta abierta de López Tirado a Heberto Castillo en “Proceso”

Señor director:

Habida cuenta de su ya proverbial sentido periodístico, siempre abierto al derecho de réplica que nos concede en Proceso mediante “Palabra de lector”, estoy seguro que dará cabida a la siguiente carta a uno de sus más prestigiados articulistas Ingeniero Heberto Castillo.

Presente

Respetable maestro (a Heberto):

Por venir de quien viene, un hombre como usted, con un pasado heroico y un presente ejemplar, no puedo pasar por alto su insinuación (Proceso 917, página 50) de que recibí 2,000 millones de viejos pesos por ser candidato del Partido del Trabajo (PT) a senador

Causa asombro y pena ver la ligereza e irresponsabilidad de un hombre de su talla, que durante décadas ha sido calumniado por el sistema, lanzar con singular frescura un infundio, valido de su gran autoridad moral y basado en una conversación que tuvimos en su casa, que nos brindó hospitalaria a la delegación nayarita.

Usted posee un cerebro superdotado, de manera que debe recordar bien que yo sí le especifiqué el partido que me hacía la propuesta indecorosa, máxime que su nombre contrasta por su longitud con el del PT

Falta usted a la verdad, ingeniero, cuando afirma que dos días después de retirarme del Partido de la Revolución Democrática fui postulado por el PT, porque nunca me he retirado del PRD y espero que la dirigencia nacional no cometa la torpeza de dar motivos de ruido denigrante, un manjar para Televisa, con mi expulsión, en esta temporada de hipersensibilidad política preelectoral

Resulta muy difícil de entender para la incipiente “nomenklatura”, los burócratas partidistas, orondos y comodinos con sus candidaturas plurinominales, que la decisión de participar con las siglas del PT es de 14 (catorce) asambleas municipales perredistas protocolizadas con sendas actas notariales; no es, por tanto, una determinación personal sino colectiva, para que el fruto de los 70,000 votos, 32% del total, que se dignó reconocernos el gobierno el año pasado, no se malogre y se pudra

Tampoco estamos dispuestos a regalárselos a nadie Es un capital político ganado con sudor y lágrimas Pero, ante el desprecio y la cerrazón de la cúpula perredista, contra la que usted nos prometió ayuda que nunca llegó, no nos quedó otra que aceptar el ofrecimiento del PT, a través de un convenio en términos que enaltecen a ambas partes

Se lo dijimos al Comité Ejecutivo Nacional del PRD: ¿a título de qué o por qué vamos a trabajar en una campaña para que salga electo un señor empresario de perfil priísta, ajeno a nuestros intereses, valores y sentimientos, nomás porque a ustedes, a más de 1,000 kilómetros de distancia, se les ocurrió que era el genuino representante de la mitológica “sociedad civil”; sólo por el mérito real de ser patrocinador de borracheras de dos que tres “jerarquillas” que detentaban el comité estatal con cuates influyentes en el comité nacional?

¿Quién va a querer acamellarse en el duro trabajo electoral, quién les va a convocar a la gente, quién les va a cuidar las casillas el día de las elecciones? En el pecado llevan la penitencia: ahí la llevan con mítines “tumultuosos” de 80 personas

Menos mal que los del Partido Revolucionario Institucional andan peor El candidato a la primera fórmula del Senado, un general de apellido Vallarta que hacía tiempo inmemorial no se paraba en Nayarit, amenazó al gobernador espurio Rigoberto Ochoa, que allá y se lo haya si pierde la elección, de que se dé por destronado, porque lo va a acusar con quién sabe quién en Los Pinos

En cuanto a los 2,000 millones, ingeniero, ¡hágamela buena! usted también es candidato a senador y dígame qué se siente cuando en plena campaña contempla unos cuadros desgarradores de miseria y se le presentan peticiones de aportar el dinero de una receta médica, o comprar un equipo deportivo con el que sueñan, desde hace años, los chamacos de las barriadas o los ejidos, y cosas así por el estilo ¡Qué ganas de tener en las alforjas 2,000 millones de nuevos pesos!

Reciba, ingeniero, mi respeto cordial

Diputado Juan Ramón López Tirado

Acaponeta, Nayarit, junio 8 de 1994

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