El cierre es una protesta en contra de la violencia que sufren los periodistas, aseguró su fundador, en entrevista con Pascal Beltrán del Río
El cierre de la edición impresa de El Diario de Juárez es una manifestación de inconformidad ante la violencia contra los periodistas, aseguró su fundador, Óscar Cantú, en entrevista con Pascal Beltrán del Río para la Primera Emisión de Imagen Informativa.
“Me duele, pero a la vez es una forma de protesta. A ver si ahora con el silencio, se dan cuenta de que estamos inconformes”, señaló Cantú.
El periodista, de 66 años de edad, aseguró que tras el asesinato de Miroslava Breach, colaboradora del diario, no está dispuesto a poner en riesgo la vida de nadie más.
“No vale la pena arriesgar la vida de otro colaborador, me duele dejar 26 años de trabajo, pero también es una forma de protesta en contra del dolor que estamos viviendo, y está es mi forma de manifestar mi inconformidad y lo hago convencido de que he hecho lo mejor por mi ciudad.
“Todo en la vida tiene un principio y un fin, un precio que pagar. Y si esta es la vida, no estoy dispuesto a que lo pague ni uno más de mis colaboradores, tampoco con mi persona”, puntualizó.
El diario, donde trabajaba la periodista asesinada en marzo pasado Miroslava Breach, anunció ayer su cierre definitivo, debido “a los peligros y condiciones adversas” para el ejercicio del periodismo en México.
En el editorial difundido en su portal digital y en su edición impresa, su dueño anunció que después de 40 años de promover la prensa libre, Norte de Ciudad Juárez publicó su última edición impresa este 2 de abril.
“La trágica y sentida muerte de Miroslava Breach Velducea —colaboradora nuestra— el pasado 23 de marzo me ha hecho reflexionar sobre las adversas condiciones en que se desarrolla el ejercicio del periodismo actualmente.
“El alto riesgo es el ingrediente principal”, precisa el editorial firmado por Óscar Cantú Murguía, dueño de este rotativo.