La selección del jurado en el juicio al fundador del grupo extremista Oath Keepers y cuatro de sus socios por cargos de conspiración sediciosa, una de las causas más graves surgidas del asalto al Capitolio el 6 de enero del 2021, comenzó el martes.
Stewart Rhodes y sus socios están acusados de complotar durante semanas para impedir violentamente la transferencia del poder presidencial de Donald Trump, quien se niega a aceptar el resultado de la elección, a Joe Biden. Para ello, la fiscalía invoca una ley que se remonta a la Guerra Civil.
La causa contra Rhodes y los Oath Keepers es la mayor prueba que enfrenta hasta ahora el Departamento de Justicia en su masivo procesamiento de casos relacionados con el ataque al Capitolio y se realiza en un tribunal federal no lejos del edificio del Congreso. El cargo de conspiración sediciosa puede resultar difícil de probar y el último fallo de culpabilidad fue emitido hace casi 30 años.
La selección de jurados podría durar varios días, y el juicio unas cinco semanas.
Los abogados de los Oath Keepers han tratado infructuosamente de que el juicio sea trasladado, argumentando que ellos no pueden conseguir un jurado imparcial en Washington.
La corte ha rechazado ya a varios jurados potenciales sobre la base de sus respuestas a un cuestionario, que les preguntó sus opiniones sobre el asalto del 6 de enero y otros asuntos. Entre los rechazados está un periodista que ha cubierto los acontecimientos y una persona que describió el día como “uno de los actos más traicioneros en la historia de este país”.
Centenares de personas han sido convictas ya de participar en la turba que superó las barreras policiales, golpeó a policías y destrozó ventanas, forzando a los congresistas a ocultarse y frenando la certificación de la victoria de Biden.
Los fiscales tratarán de demostrar que un complot de los Oath Keepers para impedir que Biden asumiese la presidencia comenzó mucho antes de ese día, de hecho, antes que todos los votos de la elección del 220 hubiesen sido contados.
Las autoridades dicen que Rhodes, un exparacaidista del ejército y graduado de derecho de la Universidad de Yale, se pasó semanas movilizando a sus seguidores para defender a Trump. Los Oath Keepers escribieron reiteradamente en chats sobre las probabilidades de violencia, acumularon armas de fuego y colocaron equipos de “una fuerza de reacción rápida” en las afueras de Washington, listos para ingresar armas a la ciudad si era necesario, dicen las autoridades.
Entretanto, un hombre de Maine que participó en el asalto fue hallado culpable el martes de 11 cargos, entre ellos agresión y obstrucción de labores policiales.
Kyle Fitzsimons, de 39 años y del poblado de Lebanon, embistió a guardias del Capitolio y a efectivos de la Policía Metropolitana, entre ellos tres que declararon en su contra en el juicio. Además, embistió a los guardias dos veces dando puñetazos al aire, según la fiscalía. Ha circulado una foto de él tomada ese día, que lo muestra con el rostro ensangrentado.
Uno de los agentes testificó que Fitzsimons le jaló su máscara antigás para que otros pudieran rociarle con un gas irritante. Una mujer policía testificó que fue golpeada por un palo que, según la fiscalía, Fitzsimons trajo consigo desde Maine y lanzó a los agentes. Un tercer oficial testificó que Fitzsimons le arrebató su escudo, lastimándole el hombro y por lo cual tuvo que operarse.
La defensa aseguró que Fitzsimons fue a Washington para apoyar un proceso constitucional y legal donde los congresistas podían votar en contra de la certificación de un resultado electoral.
Los cargos contra Fitzsimons acarrean una pena máxima de 91 años de cárcel.