El acto se anunció a las nueve y media de la mañana. Llego al Teatro del Pueblo poco antes y me voy dando cuenta que no hay esos tumultos, no hay esas edecanes, no hay esos acarreos, no hay más que personas bien vestidas entrando en orden al lugar. No hay restricción ni registro. Un muy amable Julio Plascencia es el que da la bienvenida a personajes conocidos que van llegando, subiendo escaleras y colocándose en el asiento que ellos mismos elijan.
Me asomo al interior y a las nueve y media el teatro está casi completo. No hay porras ni exaltaciones, pese a que gran parte del público lo conforman los estudiantes universitarios.
El lleno esperado a esta hora se cumplió. De un aforo de algunas mil 350 personas, la mitad eran estudiantes, y la otra mitad funcionarios, trabajadores, maestros, invitados y empleados. Gente de todas las escuelas, de todo Nayarit. Las jóvenes con su playera uniformada. Los varones casuales, y uno que otro con su traje negro, quizá reducto de sus graduaciones. Con cierto retraso empiezan a llegar uno que otro invitado, uno que otro diputado. Curioso es que los legisladores que vi llegar no pasaron por la UAN, pero ahí están, atestiguando el cambio de estafeta. Eso sí, muy bien trajeados.
En el escenario, al frente de todos, lucía la austeridad. Cinco ramos de flores adornaban un presídium notoriamente usado en el campus universitario y trasladado al teatro. No se estrenó nada, ni las pantallas laterales por donde se proyectaba el desarrollo vivo del evento. Muy poco gasto. Solamente dos pequeñas lonas con el escudo universitario y al centro un gran letrero en vinil: “Toma de protesta MC. Jorge Ignacio Peña González. Rector 2016- 2022”.
Nada ostentoso, nada suntuoso, mas bien, austero. Pantallas a la izquierda y derecha del frente decían: “Por la Universidad que queremos”. Y por esa pantalla veríamos luego los discursos.
Inició a las 09:47
El secretario del Consejo General Universitario abre la Sesión Solemne, ya cuando en la mesa de honor se había ubicado el gobernador Roberto Sandoval Castañeda y los rectores saliente y entrante. Los consejeros ya habían pasado lista de presente y se contabilizaron 114 de 118, sin saberse si alguno se sumó en el transcurso. El quórum se declara a las nueve con cincuenta y tres.
Se aprueba el Orden del Día; Pase de lista, Presentación de invitados, Declaratoria de quórum, Toma de protesta del nuevo rector, Mensaje de Jorge Ignacio Peña y mensaje de Roberto Sandoval. Queda aprobado. Y continúa la sesión. Hay aplausos para todos los invitados, el alcalde Polo Domínguez entre ellos, y ningún abucheo ni nada por el estilo. Aplausos parejos, medidos. Orden en todo momento. El público atento y fijo en sus asientos.
Nombran al gober, a Segura, a Enríquez, a Polo, al rector de la UDG, a ex rectores, senadores, diputados, funcionarios, representantes, delegados, al patronato de la UAN, y a los medios.
Ya hay nuevo rector
Toma Juan López Salazar la protesta a Jorge Ignacio Peña González a las 9:58.
Ya hay nuevo rector. Sigue la solemnidad y la atención del público. Campea la sobriedad. Solo hay un breve momento en que todos los presentes repiten ¡Universidad! ¡Universidad! Y el coro lo completa el presídium, siempre con la mano izquierda levantada al grito.
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10: 00 mensaje de Nacho Peña, que empieza saludando al gobernador, a los sectores, al CGU y a exrectores. Al inicio de su alocución dice que ha escuchado la frase “Despertar universitario” y le dará valor. Ofrece puertas abiertas y una “atenta y sensible administración”.
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Entre el público una de las reinas universitarias llevaba su corona, pensando quizá igual que yo, en que habría pompa, fiesta, birria y banda. Estaba muy atenta al discurso sobrio del rector, que en ese momento se refiere con mucho respeto a Luis Manuel Hernández Escobedo, el líder del SETUAN que votó en contra. El dirigente está entre el público y escucha este mensaje: “Gracias, Manuel, caminaremos juntos en este proyecto”. Manuel agradece con leve sonrisa y con su mano abierta y adelantada en aparente saludo.
Espontáneo
Lo único espontáneo del evento fue una lona que se mostraba en la segunda planta, de frente al presídium, que decía -”El Papas” Padrino, felicita a Nacho Peña por su triunfo”-. Y luego de un mensajito que no alcancé a leer, se concluía con un: “Eeeeaaa..!!!”
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Nacho, de traje negro, corbata azul marino muy oscuro, sus lentes clásicos, seguía hablando en un discurso de 32 minutos que hubiera durado el doble si el nuevo rector fuera orador. Lee muy rápido pero se le entiende perfectamente. Nunca cambia de ritmo ni para finalizar con algo así como “entraremos a una fase de austeridad, el pueblo nos verá transparentar cada peso del impuesto, Viva la UAN”. Viva la UAN sin signos de admiración. Solemne como pocos, sobrio como pocos, a lo que iba, iba.
Su discurso prácticamente fue la presentación de su plan de trabajo. Técnico, académico, teórico, nivel universitario. Ni un bajón de tono, ni tampoco una estridencia innecesaria.
10: 32 termina Nacho con un discreto pero emotivo “Viva la UAN”.
10:34 Roberto Sandoval cierra la sesión
Roberto Sandoval es invitado a dirigir un mensaje al sector universitario. Sube al estrado ataviado con un fino traje negro, corbata a grandes rayas diagonales en tonalidades plomo y blanco.
Saluda a los presentes y a los invitados, incluye a Polo Domínguez y al obispo Artemio que quizá haya llegado tarde pues no lo habían mencionado antes.
El gobernador de Nayarit improvisa sus palabras, aunque de cuando en cuando revira discretamente con el rabillo del ojo, a algunas tarjetas que hubo estado escribiendo o anotando en el transcurso del acto. Roberto Sandoval hace un recuento de las obras estatales que se han entregado a la UAN, calles, escuelas, laboratorios. Dura doce minutos en que refrenda su apoyo a Nacho, (ya lo puede llamar así). El gober no sube tampoco el tono de su alocución. Se contagió del ritmo monástico de Peña González y del muy atento público que nunca se exaltó.
10: 46 termina. 10: 47 Clausura. Se repite otra vez el grito de ¡Universidad! ¡Universidad!; Se vienen las felicitaciones. Roberto se retira por una puerta trasera pero es interceptado, ya en la calle, por una gran cantidad de reporteros, como es costumbre para la entrevista, ahora sí, “de banqueta”.
24 grados centígrados a la intemperie, 24 grados centígrados adentro del Teatro. El clima nunca cambió en dos horas.
Ha sido un evento ejemplar en la organización. El cronista falló en sus previsiones de tumultos, acarreos y porras. Qué bueno. Me merezco un jalón de orejas por malpensado.
Hay nuevo rector, pero también hay un nuevo modelo de actos públicos, austeros, modestos, sensibles y baratos. Sin loas. Sin los lucimientos ostentosos que la UAN no puede por ahora presumir.