Aunque a veces parece que contagiar a los niños del hábito de la lectura es una tarea
imposible, en realidad puede lograrse de muchas formas. Lo más importante es tener muy presente que la actividad tiene que verse como algo que se disfruta, sería muy raro que encontraras un artículo sobre cómo hacer que a tus hijos les guste jugar más, y lo mismo debería pasar con los libros.
Ni los adultos ni los niños deberían ver en los libros algo distinto a un placer. Sin
embargo, hay que estrategias que pueden ayudarte a lograr que los niños se interesen por los libros y que encuentren en ellos objetos atractivos y contenidos que los hagan desear
Aquí te presentamos algunos de estos consejos.
Acércalos desde pequeños
No es necesario que sepan leer para que puedan disfrutar de los libros, hay libros
para todas las edades, entre más pronto lo acerques a los libros, más podrá disfrutarlos.
Los bebés pueden disfrutar mucho de la lectura en voz alta, elige textos que incluyan
ritmas o repeticiones de palabras, de este modo se engancharán con mayor facilidad.
Permite que sostengan los libros de cartón grueso y no los regañes si los maltratan o los rayan, deja que sientan los libros como algo propio.
Acércalos a libros que tengan temáticas que les gusten
Ya sea que le encanten los dinosaurios, la magia o los animales, siempre podrás
encontrar libros para todos los gustos y edades que seguramente podrán resultar
atractivas. Sin embargo, siempre es necesario que ayudes a darle variedad y que lo animes a explorar otras temáticas.
En las bibliotecas o en las librerías puedes encontrar a personas que te apoyen y te
ofrezcan títulos relacionados con lo que estás buscando. Si sabes que tu hijo ya disfruta mucho de un libro, busca si el autor o el ilustrador tienen otros títulos publicados y prueba con esos.
Elige libros adecuados a cada edad
Revisa las edades recomendadas para un libro y tómalas como una guía, sin embargo,
igual que sucede con las tallas de ropa, no todos los niños de la misma edad tienen los
mismos estándares. Darle un texto que no es adecuado para su edad lectora, puede
resultar contraproducente.
Deja que sea él quien te indique qué tanto texto quiere leer o si todavía desea
libros más ilustrados, pero anímalo a elegir retos más grandes cada vez.
Realiza actividades en torno a la lectura
Ya sea que lean antes de dormir o que dediquen un rato de la tarde para leer juntos,
realizar una actividad en conjunto hará que la lectura sea más disfrutable. Puedes leer en voz alta alguna historia y avanzar cada día en la trama. Lo más importante es que le
muestres que es una actividad entretenida que se puede llevar a cabo de muchas formas. Conviértelo un momento especial.
Predica con el ejemplo
Si tu hijo nunca te ve leer, será más difícil que se sienta atraído por los libros. Sumergirse en un buen libro es una de las cosas más placenteras de las que se puede disfrutar. Si tu hijo o hija ya sabe leer, proponle un horario en el que los dos se sienten a leer, busca libros que te resulten atractivos y deja que ellos elijan los suyos. Pueden hacerlo en casa o visitar una biblioteca.