La pandemia de coronavirus ha tenido efectos en diferentes áreas, desde lo personal hasta lo económico y, aunque representa una amenaza para la salud, también ha beneficiado a corto plazo al medio ambiente.
El paro de actividades en algunas fábricas y empresas, así como la reducción en el uso de transporte han disminuido las emisiones de CO2 de algunos de los países más afectados por la pandemia. Tan solo en España, Greenpeace estima que 70% del tránsito interurbano se detuvo y más de 90% de los vuelos se cancelaron.
Según un análisis de Carbon Brief, las emisiones de CO2 en China han caído en un 25% en las últimas cuatro semanas. Mientras que en Nueva York, una de las ciudades más afectadas en Estados Unidos por el coronavirus, bajaron entre 5 y 10%, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Columbia.
Estos dos países son de los mayores productores de gases contaminantes a nivel mundial. Se estima que China produce anualmente 10 mil 65 mega toneladas de dióxido de carbono (MtCO2) y Estados Unidos 5 mil 416, de acuerdo con el Atlas Global de Carbono, proyecto coordinado por Future Earth y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). México se encuentra en el lugar 12 con 447 MtCO2.
Sin embargo, en Ciudad de México no se han visto cambios significativos. La capital aún reporta mala calidad de aire, porque “las emisiones generadas en el aeropuerto, los camiones de carga y de transporte público, que queman el peor diésel existente, y los tiraderos de basura a cielo abierto son otras fuentes contaminantes muy importantes”, afirmó Carlos Álvarez, presidente de la ONG México, Comunicación y Ambiente.
Esta situación se repite en otros estados como Puebla, Morelos, Hidalgo, Guanajuato, Querétaro, Durango y Nuevo León, según el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire.
En Italia también se han reducido significativamente las emisiones de dióxido de nitrógeno, un contaminante que se produce al quemar combustibles fósiles y tiene efectos perjudiciales para la salud y el ecosistema. El Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico de la Unión Europea confirmó que durante las últimas cuatro a cinco semanas este gas disminuyó en un 10%. También se calculó que Alemania podría emitir entre 50 y 120 millones de toneladas menos de CO2.
Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial apuntó que estas reducciones son insignificantes a largo plazo si los gobiernos no toman acciones orientadas al uso de energías limpias. “Solo las transformaciones sistémicas a largo plazo cambiarán la trayectoria de los niveles de CO2 en la atmósfera”, afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.