La Casa Blanca admitió que el dinero para la construcción del muro en la frontera con México que prometió el presidente Donald Trump provendría de los contribuyentes estadunidenses, aunque insistió que la factura será cubierta por el país vecino.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert, indicó que la administración enfoca su atención por ahora en lograr que el Congreso apruebe los fondos para iniciar la construcción del controversial proyecto.
“Creo que la clave aquí es que los fondos que tendrán que venir para el muro, los fondos inmediatos para este enorme proyecto, tendrán que venir del proceso de apropiaciones” del Congreso, indicó el funcionario.
Bossert dijo, sin dar detalles, que eso significa dejar para después la discusión de los mecanismos para el reembolso de los fondos “y hacer algún tipo de acuerdos con los mexicanos”.
“A medida que trabajamos con los mexicanos en otras políticas y en políticas comerciales, vamos a determinar los medios para que podamos hacer esto de manera correcta”, insistió.
Cuestionado sobre la amenaza de Trump de forzar un cierre de las actividades del gobierno si el Congreso no aprueba los fondos para construir el muro, Bossert dijo que está en manos de los legisladores y no del mandatario evitar ese escenario.
“Creo que ahora la responsabilidad recae en los demócratas y en otros en el Congreso para decidir si esa prioridad es algo (por lo) que les gustaría cerrar al gobierno”, dijo.