Los resultados ofrecen esperanzas a una manera más atractiva para prevenir la enfermedad, más allá de tomar píldoras a diario y el uso de preservativos
Por primera vez, un estudio demuestra que un fármaco utilizado para combatir el VIH también puede servir para prevenirlo cuando se consume antes y después de tener relaciones sexuales de alto riesgo entre homosexuales.
Los resultados ofrecen esperanzas a una manera más atractiva para prevenir la enfermedad, más allá de tomar píldoras a diario y el uso de preservativos, aunque esos métodos siguen siendo considerados más efectivos.
El estudio, realizado en Francia y Canadá, es el primero en estudiar el consumo «bajo demanda» de Truvada, una píldora que combina dos medicamentos contra el SIDA, con gente que planea tener relaciones sexuales de alto riesgo. Los sujetos no infectados que tomaron la pastilla fueron 86 por ciento menos propensos a contraer VIH en comparación con quienes tomaron el placebo.
“Me impresionó», dijo el doctor Scott Hammer sobre el enorme beneficio. Es un especialista en SIDA en la Universidad Columbia en Nueva York y dirige la Conferencia Retrovirus realizada en Seattle, donde el martes se discutieron los resultados.
La ingestión diaria de Truvada en píldoras se utiliza actualmente para combatir la infección de VIH en personas de alto riesgo, y los estudios demuestran que el fármaco es de mayor ayuda cuando se saltan algunas dosis. Funcionarios de salud han sido cautelosos en presentar el medicamento como un «preservativo químico» por temor a que la gente deje de utilizar los mejores métodos de prevención, pero mucha gente no utiliza condón todo el tiempo ni toma medicamentos a diario.
El estudio de Truvada, de Gilead Science, fue encabezado por la agencia nacional francesa de investigación de VIH.
A los sujetos se les dieron placebos o Truvada y se les pidió tomar dos pastillas entre dos y 24 horas antes de tener relaciones sexuales, y una tercera píldora 24 horas después, así como una cuarta pastilla 48 horas después de la primera dosis. A los sujetos también se les dieron condones y consultas sobre prevención de la enfermedad.
El estudio terminó en noviembre, luego de que 400 hombres se enlistaron y los investigadores vieron que la medicina funcionaba; hubo dos nuevas infecciones entre los que tomaban Truvada y 14 entre los que estaban con el placebo. Los dos casos de infección entre los individuos que consumían Truvada fueron de hombres que dejaron el consumo de la pastilla después de más de un año de pertenecer al estudio.
La droga es considerada segura, pero hubo mayor frecuencia de nausea y diarrea entre las personas que utilizaron el medicamento. Solo un sujeto dejó de utilizar la medicina a causa de efectos secundarios.
La doctora Sussan Buchbinder, especialista en SIDA en el Departamento de Salud Pública de San Francisco, dijo que los resultados eran alentadores, pero advirtió que no se puede asumir que tendrían el mismo efecto en relaciones sexuales heterosexuales, debido a que el diferente tipo de sexo expone a los compañeros sexuales a distintas cantidades del virus.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan el uso diario de Truvada para prevención de la enfermedad, y muchos hombres en el estudio francés terminaron tomando prácticamente esa misma cantidad debido a la frecuencia con la que tenían relaciones sexuales, dijo el jefe de prevención en VIH de la agencia, el doctor Jonathan Mermin.