La verdad… sea dicha
HAY VECES QUE EL PATO NADA Y HAY VECES QUE NI AGUA BEBE
En el SUTSEM celebraron el día del burócrata, pero para su mala suerte, esta vez no fue como en otras ocasiones en que el gobierno estatal les daba la sorpresa mayúscula con los aumentos a sus prestaciones. Pues resulta que el Gobierno de Nayarit, del Cambio, esta vez no les anunció incremento a sus prestaciones económicas. Adiós a las épocas de gloria sindical. Seguramente los sutsemistas han de estar extrañando a Ney González, tal como lo extraña tanta gente, como el gremio periodístico con aquellos fiestones, las rifas de carros y los regalos costosos que tenían a todo mundo contento. Como dice el ex titular de Prensa y hoy director general del DIF Nayarit, Arturo Guerrero, “Hay veces que el pato nada y hay veces que ni agua bebe”.
NOTICIAS DEL CONGRESO LOCAL
En el Congreso del Estado de Nayarit ha sido emitida la convocatoria para la designación de fiscales especiales en Delitos Electorales y Combate a la Corrupción, las solicitudes de registro podrán presentarse del 16 al 20 y del 23 al 27 de julio. Una designación que será apegada al marco de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del Estado de Nayarit. Así se trabaja en la Trigésima Segunda Legislatura del Congreso local, donde también por cierto, los legisladores en el tema de la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Nayarit, para dar flexibilidad y garantizar el acceso al derecho de participación ciudadana se aprobaron reformas al artículo 39, de tal modo que un ciudadano pueda presentar una iniciativa popular reuniendo el 1.5 por ciento de la lista nominal y no el 5 por ciento como anteriormente se establecía. Así, de 42 mil 533 firmas que se necesitaban sólo se requerirán 12 mil 759 firmas de pobladores para presentar una propuesta legislativa. Actualmente la lista nominal que se registra en la entidad es de 850 mil 665 ciudadanos en Nayarit.
UN SEÑOR LLAMADO CORRUPCIÓN
En México el poder político es omnipotente, algunos de los personajes que están en la cúspide, en los puestos de gran envergadura se sienten casi como semidioses; ellos tienen en sus manos a un pueblo sometido, agachado, sumiso, que les guarda obediencia para no perder las migajas de pan, de piedad con la que 50 millones de almas medio sobreviven cada día. El poder político es un imán que atrae a su círculo apegos y contubernios con toda clase de personas y sociedades públicas y privadas; cientos de amarres, buenos y malos, legales e ilegales. Al paso de las épocas un señor llamado corrupción se ha adueñado de todo el sistema gubernamental, del nada límpido eje institucional donde finca su realeza la clase política. Es increíble que todo un pueblo vea, sin ver, las atrocidades de muchos de los que los gobiernan, hay un mutismo colectivo para no revelarse a las barbaridades de los traidores a la patria.
El sistema político mexicano compuesto por partidos de diferentes colores, finalmente no es más que un grupo de células semejantes que se adhieren descaradamente a un mismo cuerpo, a un mismo objetivo, el poder por el poder. Ciertamente no existen las ideologías políticas; ahora son las conveniencias, las circunstancias y el momento lo que predomina en el entorno político que luego se vuelve legaloide en el marco electorero, bajo las reglas de un instituto avalador de lo “democrático” aunque la democracia en México todavía sea una mera utopía. Pero el poder político, los políticos quienes debieran ser refugio y la mano amiga para el pueblo que gobiernan, muchas veces se han vuelto en contra de la ciudadanía, de la misma Constitución y de los más elementales principios de humanidad; como la honestidad, la lealtad, y el respeto a los demás.
Qué pena que seamos un país de leyes bien hechas y mal aplicadas para no castigar con justicia el abuso de confianza, el hurto. Digo, en el caso de los políticos rateros, porque a los pobres ya sebe usted, amigo lector, como les anda yendo si se roban un desodorante de algún centro comercial; claro que el delito es lo mismo si se roba un peso que un millón de dólares, pero con los malévolos funcionarios públicos, estos que roban sin piedad, es una vergüenza que no se les finquen responsabilidades serias cuando han saqueado todo un estado. En fin, en este pobre país, realmente están tan bien tejidas las redes políticas y corruptas, que para agarrar a un poderoso corrupto hay que transitar por caminos sinuosos en los que sabrá Dios si antes de pescar a un “pesado” delincuente primero no acaba en la cárcel el acusador. Hasta pronto. Para comentarios mi correo robleslaopinion@hotmail.com