Del Homo Videns al Homo Ecologicus

Véritas Liberabit Vos

En 1998 la Editorial Taurus de Madrid editó un interesante libro escrito por el intelectual y politólogo italiano Giovanni Sartori al cual tituló “Homo Videns, la sociedad teledirigida”, en él resalta como tesis de fondo que la adicción televisiva está produciendo una enorme transformación en la sociedad, razón por la cual el homo sapiens, producto de la cultura oral y escrita, se va convirtiendo en un homo videns cuya base cultural está fundamentada y regida por la gran cantidad de horas que desde niño se tiene frente al televisor.

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De una manera muy completa, Sartori va explicando la forma como actualmente el acto de ver va atrofiando la capacidad de entender, ya que plantea que el saber del hombre se desarrolla en el mundo inteligible que está hecho de conceptos y de juicios algo distante del mundo sensible, el mundo que perciben nuestros sentidos, cuando la televisión suple la lectura produce imágenes que no tienen la capacidad de reflejar en quien las recibe algo inteligible o trascendente, y esto no contribuye a explicar en el hombre la realidad de las cosas anulándole así la base de los conceptos ya que tanto los juicios como los conceptos que tiene el ser humano en la mente no son visibles si no inteligibles que se transmiten primero por la expresión oral y luego por la escrita.

Así, concluye que el predominio de la imagen sobre la palabra y la lectura producido por las largas horas frente al televisor ha generado un retroceso muy notable en la capacidad de atención, memoria, intuición, juicio en una palabra un descenso muy generalizado de la concentración, la madurez intelectual, el rendimiento académico y por consecuencia el buen hábito por la lectura.

Indudablemente que esta obra por el análisis temático, los datos proporcionados y lo propositivo de sus conclusiones resulta un importe lectura para orientarnos dentro de una de las problemáticas actuales en el área educativa y formativa.

Sin embargo, del acierto que fue dicha obra, el autor pasa a un extremo totalmente opuesto en su concepción temática, nos referimos a la obra que lleva como título “La tierra explota, sobrepoblación y desarrollo” editado también por editorial Taurus y escrito en colaboración con el periodista italiano Gianni Mazzoleni.

Ya en su visita a nuestro país, Sartori dejo entrever los principales conceptos a tratar en su libro donde enarbolando la bandera ecológica y ambientalista advierte que la Tierra y su población no durarán más de cien años si no se logra detener la sobrepoblación y la degradación del medio ambiente. En esta visión apocalíptica coloca a dos principales jinetes: Al Vaticano y al gobierno de los Estados Unidos.

Al primero lo acusa de irresponsable al seguir una política en contra de los anticonceptivos y en contra del aborto, menciona entre otras cosas que  ha sido un gran impedimento para el control natal, sobre todo en Latinoamérica, al combatir moralmente la utilización de los anticonceptivos, de la misma forma arremete en contra de todas las campañas a favor de la vida y contra del aborto al explicar que la vida inicia al momento en que se tiene conciencia y ésta para él aparece después del nacimiento, razón por la cual expresa: “Que si uno mata el presente, no se mata el futuro, si uno come caviar, no quiere decir que se mate al esturión, si se come un huevo, mato un huevo pero no un pollo, no se puede decir entonces que se mata un embrión se mata un ser humano…”. Su postura es así cuestionable.

Al presidente de los Estados Unidos lo considera un aliado del Vaticano, aclara que esta alianza no es intencionada sino por su falta de capacidad lo llama el “Homo Ecologicus Stupidus” ya que solamente busca sus intereses petroleros desechando cualquier tipo de medida proteccionista del medio ambiente, ya que por buscar mantener el voto de los católicos ha impedido las medidas de control natal.

Una extraña obra donde el autor, a pesar de los argumentos filosóficos y morales manifiestos en su libro anterior, reduce la defensa de la Tierra solamente al control natal por métodos anticonceptivos y una justificación marcada hacia el aborto, argumentos todos ellos faltos de cualquier alternativa fundamentada en los valores éticos y morales de la sociedad. Lástima de un cambio tan brusco en sus planteamientos, muchos de ellos irónicos e irreverentes, que dan a notar un compromiso de autor con las corrientes de la nueva era que nos alejan tanto de la verdad.

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