Guillermo de Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu integran una lista de más de 500 miembros de la comunidad cinematográfica que piden a la SCJN no desaparecer al FIDECINE
Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, ordenó en 2020 la desaparición de más de 100 fideicomisos, que hacían mal uso del dinero mexicano, y en septiembre de aquel año la iniciativa fue aprobada por la mayoría de Morena en la Cámara Baja y el Senado.
Uno de esos fideicomisos es FIDECINE, que si bien ahora no está en funciones, en su momento llegó a apoyar cerca de 230 largometrajes, 159 de ellos de directores debutantes, en películas como «No se aceptan devoluciones», «Una película de huevos» y «Kilómetro 31».
El primer amparo para desaparecer al FIDECINE se encuentra en discusión, por lo que Guillermo de Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu piden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que reconsideren la propuesta y no procedan con la misma. Por medio de un comunicado, los conocidos «Tres Amigos» y centenares de realizadores, actores, fotógrafos, productores, directores de festivales y trabajadores, piden a las y los ministros revisar la inconstitucionalidad de la desaparición del Fideicomiso creado en 2002.
«Solicitamos se considere nuestra visión sobre un tema tan importante para la comunidad cinematográfica y la vida cultural del país, como lo es la desaparición del FIDECINE, cuya inconstitucionalidad discutirá, en breve, la Segunda Sala al resolver el amparo en revisión 357/2022», se lee en el comunicado.
«El FIDECINE fue un triunfo histórico de la comunidad cinematográfica y fruto de una lucha contra la censura y el verticalismo de las autoridades gubernamentales del sector. Este logro se obtuvo gracias a la iniciativa de los entonces diputados Marcelo Ebrard, María Rojo, Javier Corral, Francisco Arroyo, Alejandro Ordorica, Verónica Velasco, y Luis Patiño», agrega.
«Las decisiones del FIDECINE se tomaban, por así garantizarlo la ley, dentro de un órgano colegiado preponderantemente ciudadano (el gobierno sólo tenía dos votos, mientras que la sociedad civil contaba con cinco), este mecanismo se diseñó para garantizar la libertad de expresión y evitar la censura gubernamental. Actualmente no hay ley que garantice eso. Por tal razón, la desaparición del FIDECINE es regresiva y antidemocrática», apunta.