Caldero Político
Michael Jordan, el extraordinario basquetbolista de talla universal, es ejemplar también como ser humano. Asegura en sus comentarios cotidianos que la capacidad de desenvolverte bien en un momento apremiante proviene de la confianza de saber que puedes hacerlo.
“¿De dónde proviene esa confianza? De haberlo hecho antes. Claro que no la tienes esa primera vez, pero después, tienes un modelo al que siempre puedes recurrir. Cuando haces algo que ya has hecho antes, sientes alivio”.
Nuestros ancestros aseguran que el que persevera alcanza y no están nada equivocados. Es menester que los seres humanos convirtamos siempre una situación negativa en una situación positiva para avanzar ante los retos y obstáculos de la vida.
Convivencia deportiva
Recientemente tuve la oportunidad de convivir con amigos periodistas de COMUNA y de otras organizaciones hermanas, compartiendo gratos momentos dentro del deporte al arrancar una edición más del torneo futbolístico “Martín Martínez Haro” que en esta ocasión ha sido dedicado a su servidor. Antes que nada agradezco esa deferencia inmerecida y los felicito por tan trascendental evento que ya es referente del deporte nayarita.
Ante ello, una de las frases del glorioso Michael Jordan queda como anillo al dedo: “Incluso cuando sea viejo y gris, no seré capaz de jugar, pero todavía amaré el juego”, y es que en todos los sentidos podemos aceptar fallar, pero jamás admitir no intentarlo.
“Nunca me fijé en las consecuencias de fallar un gran tiro cuando piensas sobre las consecuencias siempre piensas en un resultado negativo. Yo juego para ganar, sea practicando o un partido real. Y no dejaré que nada se interponga en mi camino y el de mi entusiasmo competitivo por ganar”, reitera el basquetbolista famoso.
“No me paso tres horas sudando cada día sólo para descubrir qué se siente al sudar. Siempre he creído que si pones el esfuerzo, los resultados llegan. No hago las cosas poniendo a medias mi corazón, porque sé que si lo hago entonces sólo puedo esperar tener resultados mediocres. He fallado una y otra y otra vez en mi vida y es por eso por lo que tengo éxito”, agrega.
“He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos; 26 veces han confiado en mí para lanzar el tiro ganador y lo he fallado. He fallado una y otra y otra vez en mi vida. Y es por eso por lo que tengo éxito. Nunca he tenido miedo de fallar. Fallar siempre me hizo esforzarme más la siguiente vez. Puedo aceptar fallar, todo el mundo falla en algo. Pero no puedo aceptar no intentarlo”, abunda el extraordinario basquetbolista que da lecciones de vida.
Estamos conscientes, entonces, que para aprender a triunfar, primero tienes que aprender a fallar. Indudablemente el miedo es un obstáculo para algunas personas, pero es una ilusión para otras. Los médicos, por ejemplo, se ponen nerviosos en cada operación quirúrgica que van a efectuar por miles que hayan hecho, la vida de alguien está en juego, sin embargo persisten en los éxitos y salen triunfadores ante la muerte.
La verdad es que el triunfo no importa mucho siempre y cuando se haga el mejor esfuerzo con todo el corazón y esforzándose al 110%. Lamentablemente algunas personas quieren que algo ocurra, otras desearían que ocurriera, otras hacen que ocurra, antes de ver colmados sus sueños por sí mismos.
Como lo describe Michel Jordan con dedicatoria a los deportistas: “Si estás intentando lograr algo, habrá barreras. Yo las he tenido; todo el mundo las ha tenido. Pero los obstáculos no te tienen que parar. Si te topas con un muro, no des media vuelta y te rindas. Descubre cómo escalarlo, atravesarlo, o bordearlo. Mi actitud es que si me empujas contra algo que tú piensas que es una debilidad, entonces yo convertiré esa debilidad percibida en una fortaleza”.
Definitivamente, amigos, no hay caminos fáciles. Para triunfar tienes que poner todo tu esfuerzo o nunca lo lograrás. Y una vez que consigues tu máximo nivel, entonces tienes que ser generoso, mantenerte alcanzable, ser cercano, no aislarte.
“Si aceptas las expectativas de otros, especialmente las negativas, entonces nunca cambiarás el resultado. Nunca podrás cumplir las expectativas de los demás, has de esforzarte en cumplir tus metas, sólo entonces serás feliz”, apunta Jordan.
Los deportistas y los comunicadores deberemos ir de la mano para entregar satisfacciones a la sociedad. Un pueblo feliz es un pueblo sano. La salud integral garantiza fortaleza de espíritu, alteza de miras, vigor para enfrentar retos y fuerza para superar diques. Nuestro deber es alentar esperanzas por medio del periodismo y el deporte es un conducto para lograr generaciones comprometidas y leales con su estado y país. Ese es el camino.