Las armas que utilizó el niño de 11 años durante el ataque en el Colegio Cervantes, de Torreón, Coahuila, pertenecían al abuelo, quien no tenía permiso para tenerlas en su domicilio, confirmó el fiscal estatal, Gerardo Márquez, quien añadió que José Ángel “N” fue detenido, luego de que se girara una orden de aprehensión en su contra.

“Eran propiedad del abuelo, se encontraban en la casa y no hay ninguna justificación legal para tenerlas en su domicilio”, detalló.

A esa declaración se sumó el gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme, quien también aseguró que el hombre no tenía los permisos necesarios para tener ninguna de las dos armas utilizadas en el ataque.

En tanto, el mandatario estatal dijo que es necesario fortalecer los lazos familiares y tener las herramientas necesarias en el interior de los hogares.

Además, anunció que  se implementó un protocolo con la participación de líderes sindicales, religiosos, funcionarios estatales y municipales para la implementación de mesas de trabajo que permitan establecer acciones para evitar una situación similar.

Por su parte, el fiscal expuso que la dependencia a su cargo giró la orden de aprehensión en contra de José Ángel “N”, abuelo del niño.

En rueda de prensa, el funcionario estatal informó que la misma fue ejecutada ayer mismo, luego de concluir la primera etapa de las investigaciones.

Añadió que a esta persona se le está acreditando el homicidio de la maestra María, de 50 año, quien falleció en el lugar de los hechos, además de haber asumido una conducta omisiva, que tiene que ver con la negligencia en la tenencia  de armas de fuego en un domicilio particular donde vivía el niño. Dijo que la carpeta de investigación sigue abierta.

El viernes por la mañana, el estudiante de sexto año de primaria llegó a su aula del Colegio Cervantes, en la ciudad de Torreón, y pidió permiso para ir al baño. Después de 15 minutos, como no había regresado, su maestra fue a buscarlo y el niño salió de los sanitarios disparando dos armas. Además de matar a la maestra hirió a cinco de sus compañeros y a un profesor de Educación Física antes de suicidarse.