Los efectos ambientales de fumar, la radiación, los pesticidas y los metales pesados afectan a la espermatogénesis de forma negativa pero se desconocen sus efectos sobre el esperma
Chicos, escuchen: una dieta saludable es buena para su cerebro y su corazón, y también para su esperma, sugiere una investigación reciente.
En un estudio de más de 2,900 hombres daneses, con una mediana de edad de 19 años, aquellos cuya dieta era rica en pescado, pollo, verduras, fruta y agua tenían unos conteos de esperma más altos que los que consumían una dieta «occidental» rica en pizza, papas fritas, carnes procesadas y rojas, refrigerios, granos refinados, bebidas azucaradas y dulces, encontraron los investigadores.
«Como seguir un patrón dietético en general saludable es una conducta modificable, nuestros resultados sugieren la posibilidad de usar las intervenciones dietéticas como un método posible para mejorar la calidad del esperma de los hombres en edad reproductiva», señaló la autora principal, Feiby Nassan, asociada postdoctoral de investigación de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.
El conteo de esperma puede afectar a la fertilidad, porque mientras más bajo es el conteo, más bajas son las probabilidades de dejar embarazada a la pareja. «Quizá para la fertilidad de los hombres resulte útil tener una dieta en general saludable», planteó Nassan.
En el estudio, su equipo comparó los conteos de esperma entre hombres que comían una dieta saludable; una dieta occidental; una dieta danesa rica en fiambres procesados, granos integrales, mayonesa, pescado frío, condimentos y lácteos; y una dieta de estilo vegetariano rica en verduras, leche de soya y huevos, pero sin carnes rojas ni pollo.
Los conteos de esperma medianos fueron más altos entre los hombres que comían la dieta saludable (167 millones), seguidos de la dieta de estilo vegetariano (151 millones) y la dieta danesa (146 millones). (Mediano significa que la mitad tuvieron conteos más altos, y la mitad conteos más bajos).
Los hombres que seguían una dieta occidental tuvieron el conteo de esperma mediano más bajo (122 millones). También tenían unos niveles más bajos de las hormonas sexuales que fomentan la fertilidad, encontraron los investigadores.
Como los mismos hombres reportaron sus hábitos alimenticios, hay un margen de error, y los hallazgos podrían estar sesgados, apuntaron los investigadores.
La Dra. Christine Mullin, jefa de fertilidad del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, revisó los hallazgos.
Mullin apuntó que aunque muchas dietas mejoran la inflamación, el corazón y la salud mental, los estudios sobre los efectos de la dieta en la fertilidad han sido limitados.
«Es bien sabido que los efectos ambientales de fumar, la radiación, los pesticidas y los metales pesados afectan a la espermatogénesis de forma negativa, pero se sabe poco sobre los efectos de la dieta en la calidad del esperma», comentó.
Aunque estos hallazgos de hombres daneses quizá no apliquen a otras poblaciones, Mullin sugirió que sería importante repetir este estudio en Estados Unidos, ya que la dieta occidental tuvo los efectos más negativos en la calidad del esperma.
«Si pudiéramos enfatizar la dieta no solo de las mujeres, sino también de los hombres, en términos del éxito de la fertilidad, entonces podríamos mejorar la enfermedad de una forma parecida a cómo la dieta ha mejorado la salud cardiaca», añadió.