Don Pedro sigue vivo

La Verdad… Sea Dicha

En unos cuantos días el famoso cantante y actor Pedro Infante será recordado en su aniversario luctuoso. Ciertamente, tal como lo señalara un diario nacional en su tiempo, a tantos años de su muerte, el artista sigue vivo en el corazón de millones de mexicanos. Realmente mucho se ha escrito sobre la vida y muerte de Pedro Infante; han sido infinidad de historias donde la gente asegura que él siguió vivo muchos años después de aquel avionazo en el que los medios de comunicación escandalosamente aseguraron había dejado de existir. Hace poco se comentó que la verdadera historia sobre la desaparición de Pedro Infante ocurrió cuando el apasionado cantante sostuvo una relación sentimental con la mujer de un importante político mexicano quien ordenó mataran al ídolo de las multitudes; pero como Pedro Infante era un hombre muy querido por su pueblo, los encargados de ejecutarlo idearon un plan para dejarlo vivo; de tal manera que el día del avionazo, de algún modo, a un joven actor se le puso la esclava de oro del cantante para hacer parecer que en ese accidente había muerto don Pedro, de esta manera también se llegó a un obligatorio acuerdo con el actor para llevarlo a prisión por más de treinta años acusándolo de contrabando.

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Así, dicen, Pedro Infante pasó muchos años de su vida en las Islas Marías hasta que pudo recobrar su libertad ya siendo un hombre grande. Pero la fantástica historia del ídolo no acaba ahí; hace algunos años surgió en el medio artístico nacional un señor cantante ya muy mayor que impactó a todo mundo por su extraordinario parecido con la leyenda mexicana, con una voz idéntica y un carisma que ha dado a pensar que este señor llamado “Pedro Antonio” era el mismísimo Pedro Infante; de cualquier modo Pedro Antonio falleció a los 95 años de edad hace seis años, en el 2013, llevándose a la tumba el misterio de si en realidad él era el famoso Pedro Infante. Recordando sobre esto, me viene a la memoria una llamada telefónica que una prima le hizo a mi padre en una ocasión, cuando muy emocionada le contó que en su casa de San Cayetano Nayarit estaba don Pedro Infante cantándole a sus invitados, lógicamente mi padre no le creyó, pero tampoco intentó cerciorarse de lo que le habían dicho, dando por hecho que esta era una farsa y una historia más de las muchas que se han contado sobre el ídolo. Sabrá Dios que tan cierto sea todo esto que le he platicado, y que me ha llenado de curiosidad durante tanto tiempo; la verdad es que a tantos años de su desaparición, don Pedro Infante es una leyenda del firmamento artístico de México.

CUANDO LOS MALOS PENSAMIENTOS NOS ATACAN

Es difícil saber cuáles son las verdaderas causas que orillan al ser humano a atentar contra su vida, problemas los tenemos todos, pero imagino que algunas personas son más predispuestas al fatalismo, su organismo no resiste las presiones, y su mente es débil, lo que supongo les lleva a aumentar sus problemas de depresión severa. Definitivamente creo que las personas con tendencia depresiva deberían entender que en ese tipo de enfermedades, aparte de los medicamentos que les sean indicados por un especialista, mucho ayuda que la persona afectada haga un gran esfuerzo por dejar de lado sus pensamientos negativos, tratando de ser feliz, buscando el lado positivo de las cosas y la vida; no, no es fácil, y sólo quien padece de estos trastornos depresivos sabe lo que siente, pero definitivamente la cura empieza con la actitud positiva de quien entiende que si no se ayuda a si mismo, difícilmente saldrá del atolladero mental. Perdón por la franqueza, pero un buen principio para aportar algo en bien del amigo o el familiar enfermo es hablarle con la verdad, la recuperación empieza por ellos mismos. Nadie estamos en sus mentes.

ANDANZAS ARTÍSTICAS

Déjeme le cuento sobre una anécdota que viví en mis tiempos dentro de la artisteada, una de mis facetas que tanto disfruté en su momento, y que hoy comparto con usted, amable lector: Esa mañana un tanto calurosa, llegué al Restaurant Focolare en la Ciudad de México, para estar presente en la conferencia de prensa que los organizadores del Festival Ranchero “Canto de México 95” prepararon para presentar a los intérpretes y compositores que formarían parte del concurso. Desde luego para mí era algo fabuloso, pues en mi calidad de compositor de música balada, el participar con una canción que escribí especialmente para el género ranchero ya era un agasajo; Rosalinda Risso, una cantante vernácula y actriz del cine mexicano era mi intérprete, ella se haría acompañar por el Mariachi “Arriba Juárez” el mismo que alguna vez fue el grupo musical del gran Juan Gabriel. Entre las estrellas de la canción ranchera que ese día llegaron al evento estaban Humberto Cravioto, Alberto Ángel “El Cuervo”, Imelda Miller, a quien usted recordará por sus participaciones en el famoso Festival OTI, Irma Infante, Valente Pastor, Queta Jiménez “La Prieta Linda” quien fuera una de las artistas exclusivas del programa “Siempre en Domingo” de don Raúl Velazco; también estaba Valentina Leyva, Lupe Mejía “La Yaqui” y doña Rozenda Bernal, la nayarita, entre muchas figuras más.

Bueno, yo estaba soñado; y hasta cierto punto algo apenado con el Maestro Rubén Esparza, repertorista de las más grandes estrellas de México, y amigo mío, quien me animó a participar asegurándome que el género ranchero sería una nueva experiencia en mi carrera; total que para no quedarle mal al maestro acepté el reto. En ese desayuno con los medios informativos, al escuchar que doña Rozenda Bernal estaba presente, inmediatamente me entraron unas ganas enormes de ir a conocerla, a saludarla; quería externarle mi gusto, primero por reencontrarme con una nayarita, y segundo para decirle que yo también participaría como compositor en el especial evento; así que decidido ubiqué la mesa donde se encontraba y me planté frente a ella -Señora soy Martín Elías Robles, y al igual que usted soy nayarita, también concursaré, me da mucho gusto saludarla. -Gracias. Me contestó fríamente la afamada cantante, regresando a la charla con sus amistades. Me retiré. Más que con pena, con una gran decepción.

Con el tiempo la perdoné, por así decirlo, pues entendí que a veces las personas traen tantas cosas en la cabeza que no logran percibir el sentimiento de los demás, o simple y sencillamente están distraídas al grado de no enterarse de su desparpajada actitud ante la vida y la gente.  El Festival de la Canción Ranchera se celebró en el Antiguo Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris. Para cerrar este curioso capítulo de la artisteada, le cuento que ni doña Rozenda como intérprete, ni yo como compositor logramos ganar el mentado concurso; fue el cantante Valente Pastor quien se llevó el primer lugar con una bellísima canción titulada “No soy de piedra”. Si me lo permite, amigo lector, ya le contaré en alguna otra ocasión, sobre la interpretación que hizo el gran Yoshio con la canción que presenté en el Festival Nacional de Composición “México Lindo y Querido”, pero esa, como dicen en la televisión, es otra historia. Hasta pronto. Para comentarios mi correo robleslaopinion@hotmail.com

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