Necesario abastecer mercado turístico
Por cierto, hasta el momento, salvo dos o tres excepciones, los empresarios y productores nayaritas son incapaces de surtir al rico mercado turístico, hotelero y restaurantero que representa la zona de la Riviera Nayarit. Toallas, almohadas, colchas, sabanas, alfombras, tapetes, flores, frutas y alimentos tienen que ser traídos de Jalisco o de otras entidades, ante la nula aportación que proporcionan los industriales locales y regionales. Millones de dólares se van a otras entidades en la compra de todo lo que necesitan los hoteles y restaurantes por la poca organización y unidad de los fabricantes del estado. A eso agregue usted jabón, champú, materiales de limpieza, cepillos, escobas y un sinfín de productos de uso cotidiano que los grandes hoteles y las grandes cadenas restauranteros requieren. Por más que se ve la realidad, los nayaritas no han sabido tomar el toro por los cuerpos y se rezagan en el surtido de diversos productos a esas empresas de Bahía de Banderas, Compostela, San Blas, y toda la Riviera Nayarita. Ojalá pronto surjan las ideas y veamos a empresarios nayaritas emprendiendo planes y proyectos para no verse rebasados por sus pares de otras entidades vecinas.
Vamos por más salud
En otro tema interesante, en el de la salud, les diremos que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pobreza es la enfermedad más mortal en el orbe. Lamentablemente esta condición socioeconómica afecta a más de 1,000 millones de personas de todas las edades y todo el mundo; de las cuales 70% son mujeres, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres. Desde luego, de acuerdo a datos oficiales, en los países de bajos ingresos, menos de una cuarta parte de la población llega a los 70 años, y más de una tercera parte de todos los fallecimientos se produce entre los menores de 14 años, de acuerdo con la OMS. Lamentablemente las enfermedades de la pobreza aparecen cíclicamente agravando la situación de países en desarrollo. Ante ese flagelo es necesario que se unan esfuerzos de gobiernos y sociedad para hacer frente a esa problemática. Más recursos, infraestructura, médicos, enfermeras, especialistas, medicinas y equipo deben fortalecerse. Las enfermedades infecciosas como las pulmonares, diarreicas, el VIH/Sida, la tuberculosis y el paludismo son las que cobran más vidas en esas naciones. Además, las complicaciones del embarazo y el parto juntas son aún una de las principales causas de defunción, ya que acaban con la vida de madres y lactantes. Sin embargo está el cólera y el dengue, entre otras.
Necesarios mejores sistemas
En los países de bajos ingresos las enfermedades que cobran más muertes, de acuerdo con datos de la OMS de 2004 (los más recientes), son: 1. Infecciones de las vías respiratorias inferiores: 2.94 millones de defunciones; 2. Enfermedad coronaria: 2.47 millones de defunciones; 3. Enfermedades diarreicas: 1.81 millones de defunciones; 4. VIH/Sida: 1.51 millones de defunciones; 5. Ataque apoplético y otras enfermedades cerebrovasculares: 1.48 millones de defunciones; 6. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: 0.94 millones de defunciones; 7. Tuberculosis: 0.91 millones de defunciones; 8. Trastornos neonatales: 0.9 millones de defunciones; 9. Malaria: 0.86 millones de defunciones; 10. Prematuridad y de bajo peso al nacer: 0.84 millones de defunciones. En contraste, las enfermedades por las que más personas mueren en países de medianos ingresos son: ataque apoplético y otras enfermedades cerebrovasculares, enfermedad coronaria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones de las vías respiratorias inferiores; cánceres de tráquea, bronquios y pulmón; accidentes de tráfico, enfermedad cardiaca hipertensiva, cáncer de estómago, tuberculosis y diabetes. Resalta que en los países más pobres el 36% de las defunciones son de menores de 15 años; para los países de medianos ingresos ese índice baja a 10% y en los de altos ingresos es de sólo 1%. Las poblaciones más pobres, sea que estén en zonas rurales remotas, barrios suburbanos marginales o zonas de conflicto, suelen ser las más afectadas por las enfermedades tropicales desatendidas. Éstas persisten cuando hay pobreza y se concentran en las regiones más carentes del mundo. Repunta el dengue, surge el cólera, se presentan muchos casos de infecciones respiratorias y gastrointestinales, se registran enfermedades ‘comunes’ y la prevalencia es sostenida por lo cual se requiere mayor inversión en salud y educación, esta última parte para que las familias se encaminen a la prevención de afecciones. Aunque sabemos que el Gobernador Roberto Sandoval cubre con notable esfuerzo el sistema estatal de salud prensamos que siempre será mejor prevenir que lamentar. Ayudaría mucho la implementación de más y mejores redes de agua potable, drenaje, alcantarillado; mejoría en la alimentación de las familias marginadas; cercanía con centros hospitalarios bien equipados, con medicinas y servicios médicos y un extenso programa de medicina preventiva que cubra los 20 municipios. No es mucho pedir.