Véritas Liberabit vos
Por Daniel Aceves
¿Es casualidad que Donald haya elegido el Monte Rushmore como escenario para el festejo del aniversario de la Independencia de los estados unidos, a escasos cuatro meses de las votaciones en ese país?
En la parte final de una de las más hitchcockiana de sus películas (North by Northwest 1958) el director de cine inglés Alfred Hitchcock hace descender por el imponente Monte Rushmore al publicista confundido como espía Kaplan representado por Cary Grant quién logra salvar de las manos de sus persecutores a la bella rubia una agente doble de quién ya se había enamorado y que ante las cabezas talladas de los expresidentes sortean una serie de dificultades para después repentinamente la escena cambie a un cálido y amoroso encuentro en el camarote de un cómodo tren.
¿Qué tenía de enigmático ese lugar para que el amo del suspenso como ha sido conocido este Director haya tenido en su mente y se obsesionara por filmar una escena en el marco de esa locación y no importarle haber hecho todos los trámites y gestiones impensables para que al final el Gobierno de los Estados Unidos le haya negado el permiso y se tuviera que conformar con realizar las tomas en unas maquetas sucedáneas? En esa misma cinta también le fue negada la opción de filmar en el edificio de las Naciones Unidas, situación que logró parcialmente al filmar desde un edificio exterior.
Lo cierto es que este Monte es considerado para los norteamericanos como un Monumento Nacional, engloba el nacionalismo y emblema de los primeros 150 años de la Nación más importante del mundo, teniendo esculpidas en él los rostros gigantescos de cuatro de los Presidentes que representaron el nacimiento, crecimiento, consolidación y desarrollo de este país, crisol fundamental para enaltecer el espíritu patrio y el llamado a la unidad y libertad del pueblo estadounidense.
Esta obra megalítica fue construida por el escultor danés/norteamericano Gutzon Borglum quien en sus correrías de aprendiz tuvo en Francia como maestro nada más y nada menos que al célebre Auguste Rodín el autor de la escultura “El Pensador”; el inicio de la obra fue en 1927 antes de la Gran Depresión y se vino culminando en 1941 justo en el año en que los Estados Unidos entraron en combate en la Segunda Guerra Mundial.
Se requirieron de 400 hombres y la ayuda de un adolescente (su hijo) que a la muerte de su padre acaecida tiempo antes de finalizar el trabajo, tuvo a bien culminar con todos los detalles de esta monumental obra de 5.17 kilómetros cuadrados de construcción ubicado en Keystone Dakota del Sur, donde destaca imponente y recibe anualmente a un aproximado de tres millones de visitantes que la titulan como una maravilla del mundo moderno.
Los rostros de cada expresidente tienen una altura de 18 metros colocados en un ángulo especial y con una viveza particular en su rostro que permiten reflejar hacia el observador el pensamiento e intenciones que en su momento de lucharon por heredar al pueblo gobernado, infundiendo sin anacronías o intemporalidad el espíritu que embargaba para cimentar cada etapa ahí representada, atestiguan la historia: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln.
“La libertad cuando empieza a echar raíces es una planta de rápido crecimiento”: George Washington primer Presidente de los Estados Unidos principal prócer de su historia considerado el padre de la patria al ser el que inicia y consume la independencia ante la Gran Bretaña dando en 1776 la soberanía de Nación.
“Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”: Thomas Jefferson, tercer Presidente y autor de la Declaración de Independencia, visionario para un país en ciernes gestionó en 1803 la compra a Francia de la Luisiana incrementando así al doble su territorio (40 años después lo incrementarían a costillas de nuestro país).
“El único hombre que no comete errores es el hombre que nunca hace nada” Theodore Roosevelt, vigésimo sexto Presidente que estimuló el crecimiento económico y le dio al país un fuerte impulso en los comienzos del siglo XX, tal vez sea de las cuatro efigies la que más opiniones encontradas pueda tener para estar considerado ahí, sin embargo mucho se rumora que Theodore era amigo personal de Gutzon.
“Los dejo con la esperanza de que la lámpara de la libertad arda en su seno hasta que ya no quede ninguna duda de que todos los hombres son creados libres e iguales” Abraham Lincoln, décimo sexto Presidente y emblema fiel de la lucha por las libertades e igualdad del pueblo norteamericano, pilar fundamental en preservar la unión durante la fatídica Guerra de Secesión o guerra civil entre los Confederados contra los de la Unión en una lucha donde la esclavitud era punto neurálgico de la contienda.
Cuatro momentos, cuatro pensamientos y cuatro rostros que emergen imponentes en un paraje dominado en su momento por los lakotas o tribus nativas que intentaron celosamente conservar su espacio, en ese mismo lugar que aprisiona el legado de la Nación, un Presidente Donald Trump inició la estrategia para dar su impulso final que lo lleve a su marcha por la reelección, falta ya muy poco y el espíritu del sufragio sigue nebulizado entre la pandemia y las expectativas a que pronto se produzca un cambio de la situación que se ve difícil a corto plazo, incluso ya esta semana se corrió el rumor de aplazar las elecciones por la falta de seguridad.
Trump el pasado 4 de julio a las faldas de ese Monte y al cobijo de los cuatro próceres, en un evento donde no importó el protocolo de sanidad, ante la pirotecnia y las banderas de barras y estrellas dejó en claro que impulsar el espíritu nacionalista debe ser una de sus bases principales para asegurar el voto de una población que gusta de sentirse poderosa.
Por cierto en Superman II (1980) el General Zod y sus aliados desfiguran el Monte Rushmore colocando ahí sus rostros, pero eso, es solo fantasía.