El mundo árabe en la era Trump

Véritas Liberabit Vos

El tema del Medio Oriente, que incluye a todos los países que conforman al llamado Mundo Árabe, así también a esa zona de conflicto bíblico como es la lucha entre El Estado de Israel y Palestina, ha sido fuente permanente de  vaivenes donde han girado muchos de los anhelos mundiales de Paz, pero también donde se ha visto como a pesar de todos esos ingentes esfuerzos pareciera ser que no es posible encontrar la luz al final del túnel conformado por esas proféticas, milenarias y ubérrimas tierras.

Publicidad

Recordemos que los árabes son los originadores de la raza semítica, de la cual todos los pueblos semíticos antiguos se derivan, incluyendo los propios hebreos, los babilonios, los asirios, los caldeos  y también de ahí se deriva Ismael, aquél hijo del patriarca Abraham que tuvo con la esclava egipcia Agar a del cual algunas crónicas establecen como generador de esta raza, tal vez por el hecho de que de su genealogía surge Mahoma el profeta que en el Siglo V de nuestra era difundirá la religión que será el punto de partida ideológico de ese gran mundo árabe.

Los árabes puros o también conocidos como Al- Arabú Al –Ariba son los primeros que habitaron la península arábiga después del diluvio siendo descendientes del hijo de Sem de nombre Aram, en esta península se desarrollaron tres tribus principales: la de Yemen, la de nombre Kashtán y una tercera la Kuraich de raíz ismaelita la misma que erigió las ciudades de La Meca y de Medina y de la cual se dice desciende Mahoma fundador del  Islam; paralelo a ello hubo inmigraciones periódicas de la península  hacia el Oriente Medio y el norte de África dando así origen a los diferentes grupos semíticos mencionados anteriormente.

El Estado de Israel otro importante protagonista dentro del mapa del Oriente próximo, data su fundación como Estado de 1948 donde después de más de media década de gestiones diplomáticas se concedió dar cumplimiento al sueño sionista de regresar a aquella tierra prometida señalada en los dictámenes bíblicos, solo que la objeción práctica era que este regreso fue en un territorio ya ocupado por el pueblo Palestino, situación que se ha agravado desde 1967 con la llamada Guerra de los Seis Días en que Israel ha estado avanzando y ocupando lugares como Cisjordania, Jerusalén Este, los altos del Golán, la Franja de Gaza y todos los asentamientos que a lo largo de estos años han realizado ante la mirada de los altos dignatarios mundiales especialmente los Presidentes de Estados Unidos.

En estos momentos de convulsión y nerviosismo mundial ante el llamado efecto Trump dejando de mirar un poco hacia la frontera sur de los Estados Unidos, ubicándonos en las posibles alternativas que este Presidente ha expresado hacia una zona que ha sido vital para sus antecesores sobre toda ahora que ha predominado el sentir más violento de grupos terroristas que han dominado el escenario y que controlan posiciones ricas en petróleo y dominan parte del mercado de armas, como son el Estado Islámico, Al Qaeda, las guerras civiles en varios de los países, la pérdida del control en regiones como Irán dominados por personajes que se han declarado adversarios, las política difusa en las negociaciones referentes a un desequilibrado reconocimiento de dos Estados uno Israelí y otro Palestino en franca desventaja para los no judíos.

Trump en su campaña fue categórico al mencionar que apaciguaría la zona a punta de bombardeos, ha tomado una decisión de prohibir durante 120 días el ingreso a Estados Unidos de visitantes procedentes de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, así como las acciones de cancelar visas con el argumento de combate al terrorismo, dejando por otro lado sin efecto de sanción a los originarios de Arabia Saudita, Egipto, Líbano y Emiratos Árabes Unidos, situación que ha provocado las mayores reacciones de oprobio y rechazo, esto aunado al conato de acción ante Irán provocado por la prueba de un misil nuclear como señuelo para conocer su reacción.

Situación análoga de incertidumbre genero la visita del Primer Ministro israelí a la Casa Blanca Benjamín Netanyahu donde Trump no se inclinó por la formación de los dos estados, ni criticó o reclamó los recientes asentamientos israelíes en territorio Palestino y la gota mayor, el expresar el deseo de cambiar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén Este dando un espaldarazo las aviesas intenciones del Estado judío.

Ante estos inminentes hechos es de esperarse tal como se vislumbró en su campaña que de acuerdo a las gestiones con su homólogo ruso Vladimir Putin para granjear la hegemonía en esta zona, se esperaría las políticas para cerrar las puertas a Irán que puede considerarse su principal objetivo, controlar a Irak con predominio petróleo, eliminar a base de fuerza a los yihadistas y Al Qaeda, apoyar al Presidente turco Erdogan, y al Presidente egipcio Abdel Fatha Al Sisi, ser un protagonista principal para detener la guerra de Siria y Líbano y se supondría limitar la acción de los palestinos.

Sin embargo los pasos dados hasta hoy en este primer mes de su gobierno han sido  discrepantes, sus ojos han estado más centrados en nuestro país que en una zona que por antonomasia y diversidad derivada de un origen racial común ha sido beligerante y poco controlada, veremos si las consecuencias no pueden acarrear consecuencias que puedan ser dolorosas para esa región del mundo tan herida.

Publicidad