Podría decirse que el príncipe Enrique y Meghan Markle están viviendo uno de los momentos más complicados de sus vidas. Si bien era la pasada semana cuando los duques de Sussex se situaban en el ojo del huracán al haber sido víctimas de una persecución llevada a cabo por paparazzis en Nueva York, ha sido ahora cuando sus nombres han vuelto a sonar con fuerza por un motivo totalmente distinto. Y es que, todo apunta a que quizá el hermano del príncipe Guillermo y la cuñada de éste estarían dispuestos a divorciarse. Una decisión drástica e inesperada que daría un giro de 180 grados a su historia de amor aparentemente perfecta.
Para conocer los inicios de este matrimonio hace falta viajar en el tiempo hasta el 18 de mayo de 2018, cuando la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor se vestía de gala para presenciar la esperadísima boda entre el hijo pequeño de Diana de Gales y la entonces actriz. Es por ello que, el pasado viernes, la pareja cumplía su quinto aniversario como marido y mujer. Una fecha muy especial en sus vidas de la que, sin embargo, no ha habido ni rastro de manera pública, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre si ambos podrían estar atravesando una crisis en su relación que les llevara a tomar caminos separados.
Han sido tabloides británicos como Daily Mail los encargados de indicar lo extraño que resulta que ni el príncipe Enrique ni Meghan Markle se hayan dedicado ni una sola muestra de cariño públicamente en su aniversario de bodas. Algo que expertos de la Familia Real británica se han atrevido a calificar como un «divorcio» en toda regla, como por ejemplo Tom Bower, periodista y biógrafo de la monarquía, el cual ha señalado que la pareja cuenta con una idea fija de separarse desde hace mucho más tiempo del que todos sus seguidores imaginan: «Hay mucha gente en Londres que opina que Meghan se está cansando de Harry», ha pronunciado, llegando incluso a creer que el nieto de la Reina Isabel y su esposa ya hacen vidas por separado.
De esta manera, los focos han vuelto a situarse en la Coronación de Carlos III, la cual tenía lugar el pasado 6 de mayo en la Abadía de Westminster con la presencia de su hijo pequeño. Un evento muy especial para el monarca en el que no contó con la compañía de Meghan, que en un primer momento aclaró que prefería quedarse en California para celebrar el cuarto cumpleaños de su hijo Archie. Unas palabras que para muchos fueron una excusa y que ahora podrían tener un sentido oculto, razón por la que The Telegraph cree que ya han comenzado a distanciarse el uno del otro, sobre todo teniendo en cuenta las palabras de una de las personas de mayor confianza de Markle, que indicaban que el marido de esta podría estar echando de menos ciertos aspectos de su anterior vida.