El veredicto de la sociedad

Visor Nayarita

En México la política mueve al país, pero tal actividad debe retomarse y aplicarse en su sentido estricto para que su debido ejercicio resulte en beneficio de la sociedad, por ello, significativa resulta ser la frase “Que la política no nos divida”, que encierra todo un mensaje social que invita a que actuemos con la adecuada civilidad para que nuestros actos sean acordes y congruentes, y evitar que la práctica de la misma no degenere y cause distanciamiento y división entre las familias y en la sociedad.

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López Obrador, recibió su constancia como presidente electo y ya se siente su peculiar estilo como gobernará a nuestro país. Pero ¡Veamos!, todo gobierno al inicio trae sus buenas intenciones, las que se cumplen o desaparecen con el correr del tiempo, para dar paso, ya impregnados de poder a mantener actitudes de prepotencia, lo que cambia el estilo de llevar las riendas del gobierno; por ahora, nos toca, en base a nuestros derechos constitucionales, ser críticos de nuestras propias decisiones, porque al fin y al cabo nosotros decidimos quiénes son por ahora nuestros gobernantes, pero no para ser vasallos, se votó con el ánimo de construir un mejor país, libre de amos y de caciques.

Un cargo es según quiere el hombre desempeñarlo y siempre habrá personas que hagan lo que hagan no cambiarán su modo de actuar y pensar, pueden lograr estudios de alto rango; hacerse millonarios; cambiar de amistades, ¡lo que hagan…! continuarán siendo los mismos. Eso es, precisamente lo que daña a los partidos políticos y lo que impacta en la sociedad, porque los intereses particulares están sobre los intereses comunes; las cosas que hoy hacen algunos como el cambiarse de un partido cada que se les ocurre, nos hacen recordar la obra del dramaturgo mexicano Juan Ruiz de Alarcón titulado “Mudarse por mejorarse”, en la que no importan los valores y los principios, todo ello es nada, cuando el cambiar implica acrecentar riqueza y poder; luego entonces, los políticos no deben de extrañarse que ante la liviandad, nula atención y resultados, los ciudadanos hayan optado por mudarse a otras opciones políticas.

Se debe privilegiar el diálogo, no volvamos al México bronco de antaño, nuestro país ya entregó su cuota de sangre en diversas batallas ya registradas por la historia, no olvidemos al pasado, porque estaremos condenados a repetirlo, se debe ser congruente con nuestros derechos y obligaciones, no anteponiendo los primeros a los segundos, porque la ley se debe aplicar en la justa medida de los actos, si se incumple con las obligaciones, por fuerza se tendrá que tener un castigo, no se deben mezclar las cosas, es tiempo de fortalecer las instituciones en bien del desarrollo y bienestar de nuestro país.

Por ello, debatir, es importante, aun cuando nuestro sentir y opiniones difieran un tanto cuanto, siempre y cuando impere la razón y la cordura, se debe valorar la democracia. Los nuevos gobernantes deben tomar la experiencia que dejan estos ejemplos de vida y actuar para diferenciar sus nuevas formas de gobernar, esperemos que los votados, tomen tales experiencias y dejen a un lado la demagogia y la politiquería barata y simplona y trabajen por las verdaderas razones y demandas del  pueblo, porque un político que esgrime y convence con argumentos mentirosos e injustos sólo es escuchado por un pueblo que no es consciente de la valía de sus ciudadanos.

Se terminó el tiempo de los políticos intolerantes y aferrados a ideas pobres, incapaces de soportar que alguien no comparta sus opiniones, mucho menos sus actos. De los que apenas asumían un puesto y ya están pensando a cual otro mudarse para mejorarse ($$$), ¡la dignidad y el honor! quedaban muy atrás, de los que ejercían el poder, olvidando que en el régimen político existen leyes escritas y no escritas y que la violación de éstas  implica tarde o temprano la pérdida del poder, de sus riquezas y canonjías que los devolvieron a su condición de simples mortales.

Por ello, tendremos que trabajar unidos en torno a los que serán nuestras nuevas autoridades, pero observando que no caigan en los pecados de antaño, de la corrupción y la impunidad; después del primero de diciembre ya no se debe de actuar como si estuvieran en campaña, se deberá decidir y cumplir las promesas de un pueblo demandante que espera que sus demandas sean cumplidas, caso contrario se verán envueltos y enfrentados con una realidad, ¡y ésta será el veredicto real de la sociedad! Al Tiempo. Esperemos y comentaremos: frago2009@hotmail.com

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