En las últimas semanas, aumentó la preocupación por la expansión de la enfermedad fuera de África. Un especialista explica qué diferencias hay con el brote de 2022 y cuáles son las medidas de cuidado

El 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el reciente brote de mpox en África constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.

La viruela símica o mpox, conocida también como viruela del mono, es una enfermedad provocada por un patógeno perteneciente a la misma familia que el virus de la viruela. Las personas infectadas con mpox suelen desarrollar un sarpullido cutáneo que atraviesa varias fases, incluidas la formación de costras, antes de su curación. Es endémica en regiones de África central y occidental, donde el virus ha sido identificado en pequeños roedores, monos y otros mamíferos que habitan estas zonas.

Aunque el virus no es nuevo, el primer caso se registró en 1970, su comportamiento actual plantea preguntas críticas sobre su infectividad, transmisibilidad y las medidas de prevención necesarias para detener su propagación.

Para entender mejor el escenario global ante la infección, la publicación Harvard Medicine News entrevistó al doctor Daniel Kuritzkes, profesor en la Facultad de Medicina de Harvard y jefe de la división de enfermedades infecciosas del Hospital Brigham and Women’s de Massachusetts, Estados Unidos.

¿Es preocupante que haya casos de mpox fuera de África?

Si bien el epicentro del brote está en la República Democrática del Congo (RDC) y otros países africanos, la última semana se ha reportado un caso del nuevo clado del virus en Europa, frente a si esto debería preocuparnos, el experto detalló: “El brote mundial de mpox en 2022 tuvo su origen en África, donde la enfermedad ha sido endémica durante décadas. El aumento de casos en la RDC y países vecinos debería preocuparnos a todos porque somos una comunidad globalmente conectada a través de los viajes y la migración”.

Para el especialista, obviamente, además es importante prestar atención al incremento de casos de mpox en África por motivos humanitarios: “No podemos desestimar el impacto de grandes epidemias solo porque ocurren en regiones del mundo que consideramos distantes”.

“Ahora que se ha reconocido la capacidad de mpox para propagarse a través del contacto sexual, existe cierta preocupación de que podamos ver un aumento de casos propagados a través de redes sexuales, en particular entre personas que tienen un gran número de parejas sexuales”, agregó el experto en enfermedades infecciosas.

¿Cuáles son las diferencias entre el virus que causó la emergencia en 2022 y el actual?

“La cepa que circula en la República Democrática del Congo (Clado I) es más virulenta, lo que significa que es más probable que cause una enfermedad grave que la cepa observada en Nigeria (Clado II), responsable del brote de 2022. La mayoría de los casos de Clado I en la RDC se dan en niños y adolescentes menores de 15 años, y el modo de transmisión parece ser a través del contacto directo”, dijo el especialista de Harvard.

Sin embargo, se han notificado casos que parecen “haberse transmitido a través del contacto sexual entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, lo cual es nuevo para el Clado I”, dijo.

¿El virus todavía se transmite por contacto entre personas?

El doctor Kuritzkes señaló que la principal vía de transmisión sigue siendo el contacto directo, incluido el sexual. En algunas circunstancias, el material muy contaminado, como la ropa de cama, puede provocar la infección, o el contacto con animales infectados, algo que es poco probable en los Estados Unidos. “La transmisión por vía aérea es muy poco común”, añadió.

¿La nueva cepa prevenible mediante vacunación?

Consultado sobre si las vacunas actuales son eficaces contra la nueva variante, el doctor Kuritzkes respondió que “es demasiado pronto” para decirlo con certeza en relación con las cepas que circulan actualmente, pero “en general, el virus mpox se puede prevenir con la vacuna antivariólica”.

Hay pruebas que sugieren que el aumento del mpox en África central y occidental durante las últimas décadas se correlaciona con la disminución de la inmunidad a la viruela en la población, ya que una nueva generación ha crecido sin haber sido vacunada contra la viruela.”

“Los virus de la viruela son virus de ADN, y por lo tanto tienen menos probabilidades de acumular mutaciones que los virus de ARN como el VIH, la gripe o el SARS-CoV-2. Dicho esto, siempre que haya tasas de transmisión muy altas, existe la posibilidad de que surjan variantes raras que sean resistentes a la inmunidad desarrollada por exposición previa o vacunación.”

En los Estados Unidos hay vacunas disponibles y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación para hombres homosexuales, bisexuales u otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, que tengan 18 años o más y que presenten uno o más riesgos: un nuevo diagnóstico de una o más enfermedades de transmisión sexual, múltiples parejas sexuales, o relaciones íntimas durante un gran evento público en un área donde se esté produciendo la transmisión del mpox. “Las parejas sexuales de estas personas o aquellas que prevean estar expuestas a estos riesgos también deben vacunarse”, agregó el experto de Harvard.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el mpox?

Para alguien que ya está infectado o para aquellos con exposición conocida al virus, el doctor Kuritzkes recomendó: “El Tecovirimat es el medicamento utilizado para tratar la infección sintomática por mpox. Aunque aprobado para el tratamiento de la viruela, su uso para mpox sigue siendo experimental y está disponible a través de un ensayo clínico en curso patrocinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) en colaboración con los CDC. El ensayo está abierto a participantes elegibles del Brigham and Women’s Hospital y el Massachusetts General Hospital.”

¿Qué hacer para mitigar la propagación del mpox?

“Es importante controlar rápidamente la propagación del mpox mediante la vacunación en la República Democrática del Congo y otros países afectados para reducir la enfermedad y las muertes. La comunidad internacional debe garantizar que estos países tengan suficientes vacunas y los recursos necesarios para distribuirlas. Debemos proporcionar recursos equitativos a través de las fronteras para detener este patógeno”, concluyó el especialista en enfermedades infecciosas.