Empresario va a la cárcel por amenazas a Hillary Clinton

Martin Shkreli fue enviado a prisión después de que una jueza neoyorquina revocara la fianza del empresario farmacéutico tras una amenaza dirigida a Hillary Clinton que, según él, era una broma.

Shkreli, conocido como “el hombre más odiado de Estados Unidos” por haber subido en 2015 el precio de un medicamento contra el VIH, ofreció recientemente una recompensa de 5 mil dólares por un mechón de cabello de la exprimera dama.

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El empresario, que fue inculpado en diciembre de 2015 de fraude accionario, fraude bancario y conspiración, había sido puesto en libertad tras un proceso en Brooklyn por medio de una fianza de cinco millones de dólares, en espera de conocer su sentencia.

“La fianza ha sido revocada y ha sido enviado de nuevo a prisión”, confirmó a la Agencia France Press un portavoz del fiscal federal de Brooklyn.

El abogado de Shkreli, el famoso Benjamin Brafman, que durante el juicio calificó a su cliente de genio incapaz de mantener relaciones normales con los otros, lo defendió ante la jueza Kiyo Matsumoto para evitar su encarcelación.

“De hecho, en el ambiente político actual, los desacuerdos regularmente han tomado la forma de sátira política, hipérbole, parodia o sarcasmo”, escribió el letrado.

“Sin embargo, hay una diferencia entre los comentarios que son hechos para amenazar o acosar y, los comentarios que a pesar de ser un poco ofensivos tienen la intención de sátira política o de humor forzado”.

Autor de comportamientos extraños y de amenazas encubiertas contra una periodista, Shkreli se había disculpado el martes por escrito.

En su carta a la jueza, reconocía haber demostrado un mal juicio y un humor desafortunado en un mensaje que puso en Facebook a comienzos de septiembre, que después borró.

En ese post ofrecía 5 mil dólares a quien consiguiera hacerse con una mecha de cabello de la excandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos.

La magistrada se sumó a los argumentos del fiscal, estimando que sus reiteradas amenazas hacían de él un peligro público.

Escuchó argumentos sobre si las provocativas excentricidades de Shkreli en internet, apodado el “Pharma Bro”, eran lo suficientemente malas como para ponerlo tras las rejas y decidió que el ejecutivo fuera detenido de inmediato.

Martin Shkreli dijo que se siente “exonerado” a pesar de su sentencia y que cree que tiene un 50 por ciento de probabilidad de no enfrentar ningún castigo.

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