Entre la Fe y la Diplomacia

Véritas Liberabit Vos

No podemos negar que los cambios registrados en el mundo en las postrimerías del siglo pasado referentes a la modificación de las estructuras de Europa Oriental que culminaron con la caída del Muro de Berlín y el reacomodo político de los países de la llamada Cortina de hierro fueron en mucho por la labor de quién ocupaba la silla del Vaticano, en este caso nos referimos a Juan Pablo II quién hilo fino en una labor diplomática con la Ospolitik del Kremlin y los jerarcas de países integrantes del  Pacto de Varsovia

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Ahora en este tercer lustro del Siglo XXI la figura del Papa Francisco ha sido fundamental para abrir las puertas a un camino de acercamiento y de limar asperezas históricas entre Estados Unidos y Cuba, tal como quedó demostrado en la visita que la semana pasada realizó el Pontífice a sendos países.

Esta labor mencionada quedó de manifiesto y lo dejó ver el pontífice Francisco al convertirse en el primer Papa de la Iglesia Católica en presentarse frente al Congreso de los Estados Unidos el pasado jueves 24 de septiembre y compartir ante tal audiencia un discurso donde diplomáticamente puso en la mesa de trabajo una serie de puntos fundamentales que se debaten entre la Fe y una práctica política debidamente orientada hacia el bien común.

Singular acontecimiento el que un jerarca religioso se dirija al Congreso del país más poderoso del mundo, ya que eso ha sido un tanto selectivo, marcando los anales que fue la Reina Isabel II la primer jerarca religiosa que habló en una sesión conjunta de las cámaras, esto ocurrió en 1991, correspondiendo en función de que el monarca británico ostenta el puesto de cabeza de la Iglesia Anglicana, pero su participación fue meramente política tal como lo habría hecho el Primer Ministro Winston Churchill en tres ocasiones lo mismo que el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, por esa razón la visita del Papa Francisco deja abierta la puerta para el análisis profundo de este tipo de situación envuelta en lo político y diplomático.

Francisco se convierte así en el cuarto Papa que se reúne en Los Estados Unidos de Norteamérica con un Presidente, el primero de ellos fue Paulo VI quién se reunió en Nueva York con el Presidente Lyndon B. Johnson en 1965, Juan Pablo II visito la Unión Americana en seis ocasiones, y Benedicto XVI tuvo un encuentro con George W. Busch en el año de 2008, siendo Francisco el primero en ser recibido en el hangar por el Presidente Obama y su señora esposa, así como de llevar a cabo esta trascendental visita frente a los legisladores de ambas Cámaras en pleno.

Lo que iba a decir el Vicario de Cristo generaba atención por lo especial e su presencia y sobre todo por las expectativas que este discurso había generado sobre todo por la postura de gran parte de la bancada Republicana que es mayoría en el Congreso y que se han mostrado reacios ante temas polémicos como son los derechos de los homosexuales, el medio ambiente o las observaciones a ciertos puntos de la práctica del sistema capitalista.

Estas expectativas de choque fueron cambiando cuando el Papa fue hilvanando un discurso conciliador que sin dejar de tocar los temas previstos en la agenda, como era la eliminación de la pena de muerte, la inmigración que fue empáticamente vista desde la óptica de ese país que es el centro principal de inmigrantes sobre todo latinos, abordó las líneas de acción de la lucha contra la pobreza, la defensa de la familia como núcleo principal y base de toda sociedad, y dentro de ellos no podía faltar la invitación al diálogo y la convivencia entre países históricamente enfrentados y distanciados, en una inminente referencia al caso de Cuba y estados Unidos.

Estos temas fueron abordados con atingencia y un sutil tacto y prudencia aderezados con frases de personajes representativos en la lucha por la libertad y los derechos de los habitantes de  esa Nación como lo son el expresidente Abraham Lincoln y el pastor protestante Martin Luther King Jr., rematando su discurso – por cierto uno de los dos discursos que en esta gira fue dicho en idioma inglés-  con una estrofa del himno del país de las barras y las estrellas “Me gustaría que esta alma siga tomando fuerza y crezca, para que los jóvenes puedan heredar y vivir en una tierra que ha permitido a muchos soñar…”

Así se desarrolló la primera aparición que un Pontífice realizaba en el Congreso de los Estados Unidos dentro de un intenso periplo que culminó con el encuentro de las Familias en Filadelfia, una visita que marca el rumbo que puede tomar en el mundo dentro de un proceso político social que se mueve principalmente entre la Fe y la Diplomacia.

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