La Verdad… Sea dicha
Hace días leí un artículo sobre la manera en que en el PRI nacional pretenden que las damas sigan creciendo en la posibilidad de obtener más puestos de elección popular, de tal modo que puedan ser catapultadas para ocupar no sólo una diputación o una senaduría, la idea según se expresa en la cúpula tricolor, es que las damas sigan compitiendo por las gubernaturas, y de ser posible en su momento por la mismísima Presidencia de la República. Mire usted, amigo lector, le voy a comentar sobre algunos datos curiosos respecto a dos senadoras de la República que tienen posibilidades de aparecer en las boletas electorales de 2017 como candidatas a la gubernatura de sus estados, me refiero a Ana Lilia Herrera, senadora por el Estado de México, y a Margarita Flores, senadora por Nayarit; las dos representan a zonas muy distintas en cuanto a la demografía, la economía, y el estatus social de sus pobladores. Por ejemplo: en el Estado de México existen más de 15 millones de habitantes, ahí cuentan con 125 municipios, mientras que en el estado de Nayarit, la tierra de los Coras, apenas si se rebasa el millón de habitantes, contando sólo con 20 municipios. Desde luego la importancia de uno y otro estado va de distinta manera para el Gobierno de la República, y para los partidos políticos, lo que hace sumamente interesante la aspiración política para estas mujeres, pues mientras para Ana Lilia es enfrentarse al monstruo de las mil cabezas, por lo que significa su estado en el entorno nacional, para la senadora por Nayarit, Margarita Flores, en apariencia pudiera representar una menor complicación su posible arribo a la candidatura. Claro que en los dos casos no hay que descartar la acelerada lucha de las fuerzas políticas al interior del tricolor.
¿Por qué le comento esto, amigo lector?
Es muy sencillo; si el partido tricolor se ve en la imperiosa necesidad de cubrir en 2017 su cuota a la equidad de género, imagine usted a quién de estas senadoras entregaría la candidatura por la gubernatura. Claro que son muchos factores lo que determina una postulación, empezando por la aceptación ciudadana, los arreglos partidistas, los convenios políticos, la venia de “arriba” y los intereses personales, además de la talega de billetes que debe estar bien repleta. No, si ser gobernador es algo sumamente difícil. En fin, son sólo suposiciones en la imaginaria. En Nayarit indiscutiblemente todo ha cambiado, por lo que en el terreno político electoral cualquier cosa puede pasar.
Noticias del Congreso local
Este pasado jueves en el Honorable Congreso del Estado, la Trigésima Primera Legislatura, en Sesión Permanente dio entrada a una iniciativa de decreto que reforma diversas disposiciones del Código Civil para el Estado de Nayarit, con la intención de reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo. Desde luego esto es consecuencia de la reciente resolución emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que hoy declara inconstitucionales los códigos civiles de los estados que no contemplen el matrimonio entre personas del mismo sexo, o que sólo admitan el matrimonio entre un hombre y una mujer para el sentido de la procreación. De ahí que para legalizar el nuevo concepto del matrimonio en la tierra Cora, es que en el Congreso local se busca modificar el Código Civil para que pueda entrar en acción la propuesta de la SCJN, que si bien es inatacable, sí requiere de la modificación para que las personas del mismo sexo se puedan casar en Nayarit. Pero, déjeme contarle, amigo lector; este asunto que tiene de fiesta a la comunidad gay, y de cabeza a algunos sectores de la sociedad mexicana, por aquello de, en algunos casos la religiosidad, y en otros la “moralidad” costumbrista, ha dado pie a toda serie de declaraciones a favor y en contra; para empezar, la Iglesia Católica ha puesto el grito en el cielo, al considerar que los magistrados están miopes al ignorar que la base de la familia está en el matrimonio de un hombre y una mujer. Dicen las malas lenguas que el cardenal Juan Salvador Iñiguez, anda alebrestando a su rebaño para que se oponga a las nuevas leyes; habría que preguntarles también a las otras organizaciones religiosas como los Testigos de Jehová, los Mormones y los Evangelistas qué opinan al respecto, porque finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación no obliga a ninguna organización religiosa a aceptar los matrimonios entre personas del mismo sexo; obliga a que los Congresos de los estados modifiquen sus leyes, para que los matrimonios civiles se realicen con todos los derechos y sin discriminación de ningún tipo, tal como sucede con los matrimonios heterosexuales, de este modo se da valor a la reforma en materia de derechos humanos donde se señala que por ningún motivo se debe discriminar a las personas por su color, creencia, condición social, estado físico, situación política o preferencia sexual.
Cafeteando la noticia
Que en el XI Encuentro Nacional de Playas Limpias Nayarit se llevó 10 de las 33 certificaciones en playas. Chulada de maíz prieto. robleslaopinion@hotmail.com