El anuncio llega un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en los últimos meses
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, anunció el martes el retiro del país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, quien calificó a esa instancia como un “nido de motivaciones políticas”.
“Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, expresó Haley.
Durante su discurso, la embajadora criticó duramente que dentro del Consejo haya países como China, Venezuela, Cuba o la República Democrática del Congo, naciones que, según ella, “no respetan” los derechos humanos.
Por este motivo y por el “prejuicio crónico” del Consejo contra Israel, de acuerdo a palabras de Haley, este órgano “no es digno de su nombre”.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, también presente en esta declaración, aplaudió la figura de Haley como embajadora frente a la ONU y tildó al Consejo de ser un órgano “hipócrita”.
“No dudamos de que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: El Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos”, apuntó Pompeo.
Reuters reportó la semana pasada que activistas y diplomáticos dijeron que unas conversaciones con Estados Unidos en torno a una eventual reforma no habían logrado satisfacer las demandas de Washington, lo que sugería que el país norteamericano se aprestaba a retirarse del consejo.
La salida de Estados Unidos constituye el más reciente rechazo a un organismo multilateral después de su retiro del acuerdo contra el cambio climático de París y del tratado nuclear con Irán.
También marca la primera vez desde que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se formó en el 2006 en la que un miembro activo del organismo decide retirarse voluntariamente.
Hace un año, Nikki Haley instó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a emprender una serie de cambios, entre ellos “evitar que los peores países violadores de los derechos humanos obtengan una silla”.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU también exigió que el Consejo eliminara el punto 7 de su agenda, dado que aborda exclusivamente las violaciones de derechos humanos en Israel.
El anuncio llega un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en los últimos meses.
Haley reaccionó vehementemente ante esa denuncia, al asegurar que “ni Naciones Unidas ni nadie más van a dictar cómo Estados Unidos defiende sus fronteras”.
“Una vez más, Naciones Unidas muestra su hipocresía señalando aEstados Unidos mientras ignora el censurable historial de derechos humanos de varios miembros de su propio Consejo de Derechos Humanos”, subrayó la embajadora estadounidense.
Estados Unidos está enfrentando fuertes críticas por separar a niños de sus padres inmigrantes en la frontera con México. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al-Hussein, pidió el lunes a Washington que pusiera fin a esta política “inadmisible”.