Simples deducciones, por Juan Chávez
¿Cuántas veces al día dices estar estresado?, ¿has notado tus cambios de humor?, a otras personas les duele la espalda, el cuello, la cabeza y aparece la migraña, pues bueno déjame decirte que el estrés crónico, es un factor de daño cerebral, ya que es causante de la muerte autofágica de células madres y está asociado con múltiples padecimientos como depresión, esquizofrenia y Alzheimer ello sin contar los problemas que te genera alrededor tuyo, desde roces en el trabajo, hasta verdaderos pleitos en la familia.
Según un grupo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Taegu Gyeongbuk (DGIST) en Corea, descubrió que el estrés crónico interviene en el desarrollo del daño cerebral y el tema me llama la atención debido a que podríamos pensar que el estrés sólo se hace presente en quienes ya tenemos un trabajo o quizá en alumnos universitarios pero no es así.
En el país el estrés crónico va a la alza, los niños desde primaria (aunque también hay en preescolar) que refieren tener dolor de cabeza o sentirse cansados a temprana hora, otros más lo demuestran con un cierto grado de depresión y cuando aquellos papás que están al pendiente de sus hijos detectan estos cambios los llevan al médico, ahí tras el chequeo acostumbrado no hay un padecimiento físico y es cuando se dictamina que el estrés es el causante de los males de ese pequeño.
En la vida diaria es “normal” decir a los amigos, compañeros y familia “estoy estresado” o “me estresa que en la oficina…”, todo esa presión constante lleva a que nuestro cerebro reciba el mensaje de estar entre la alerta y la depresión.
Hay quienes el estrés les ha dejado una visible huella que ahora provoca depresión y evasión de encuentros en fiestas, restaurantes e incluso con la familia, Marina señala que ella durante varios meses su cuerpo le mandó una alerta de que algo no estaba bien, “vivía permanentemente estresada, un jefe al que no se le daba gusto con nada, jornadas largas de trabajo, al regresar a la casa encontrarla sucia, con loza que lavar, ropa por montones, juguetes tirados y con un salario miserable”, un día se despertó y sintió que el lado derecho de su cara estaba como “desprendido” del resto de su cuerpo, presentaba una parálisis.
Acudió a un consultorio en el centro de la ciudad y ahí el doctor le preguntó que si vivía estresada, ella de primero no comprendió la pregunta, el médico le explicó que la tensión constante había derivado en lo que ahora presentaba y además le dijo que la caída de cabello también tenía su origen en el estrés.
Marina hoy sonríe y en la comisura del lado derecho hay una caída de su labio y su parpado cierra casi medio ojo, eso le ocasiona no salir a fiestas ni reuniones porque le da vergüenza que la vean así, ahora ha renunciado a ese trabajo, se dedica a la venta de productos por catálogo y toma trabajos de limpieza de casa, “al menos nadie me está gritando todo el día”, señala.
Así que si tú eres de esas personas que siempre viven bajo presión laboral y familiar debes saber que ello te podría llevar a padecer enfermedades que serán difíciles de erradicar o bien estarán contigo por el resto de tu vida. Abrir un espacio para hacer ejercicio, salir con los amigos, bailar y hasta cantar puede ayudar bastante en bajar los niveles de estrés que tengas; los excesos en el trabajo y en cualquier acción o conducta pasan factura, la clave radica en tener un balance, entre tus pasiones, es decir, hacer lo que te gusta y cumplir con las responsabilidades que tienes. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo electrónico juanfechavez@gmail.com