El dirigente opositor Henrique Capriles fue repelido el martes por guardias nacionales que lanzaron gases lacrimógenos cuando junto a políticos y cientos de manifestantes intentaban ingresar a la principal autopista de Caracas para marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral.
Ante la acción de los militares, Capriles y sus seguidores se retiraron del lugar sin cumplir su objetivo de llegar al organismo para exigir a las autoridades electorales que inicien la validación de 1.8 millón de firmas que respaldan el referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, proceso que aseguran se ha retrasado más de un mes.
“No hay motivos para que repriman a un pueblo que exige sus derechos”, afirmó la víspera el dirigente opositor y ex candidato presidencial al ratificar que la oposición saldría a las calles pese a no contar con la autorización de la alcaldía oficialista de Caracas para marchar.
“No podemos resignarnos. El momento es ahora. El cambio constitucional es este 2016”, agregó.
Las autoridades han descartado que el referendo contra Maduro pueda darse este año y han acusado a la oposición de promover un complot contra el gobierno para derrocarlo.
En mayo la coalición opositora intentó marchar hasta la sede del Consejo Nacional Electoral en dos oportunidades pero fue bloqueada por centenares de policías y guardias nacionales que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes.