Hermetirsmo y desorden en la llegada del “Tri” a México

En medio del desorden regresó la selección nacional a nuestro país

El arribo de la Selección Mexicana, campeona de la Copa Oro, fue un caos en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

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La llegada del Tricolor a la capital del país no solo creó expectación por romper el escepticismo de mucha gente que le veía fracasar en el torneo de naciones de la Concacaf, sino por el morbo de conocer la versión de Miguel ‘Piojo’ Herrera, técnico nacional, acerca del altercado que tuvo con un comentarista de la televisión mexicana.

Ante tanto interés extradeportivo, el técnico nacional optó por no presentarse ante los medios de información y a las decenas de aficionados que estuvieron a recibir al equipo. Horas antes de tomar el vuelo hacia México, a la par de algunos seleccionados, el estratega tuvo diferencias con un integrante de la prensa nacional, lo cual pudo haber propiciado el que no diera la cara como suele hacerlo cada vez que regresa de una gira con el equipo.

En el mismo vuelo que pisó tierra con más de una hora de retraso, aproximadamente, también venían Carlos Vela, Guillermo Ochoa, Oswaldo Alanís, Héctor Herrera, Miguel Herrera Equihua, Francisco Javier ‘Maza’ Rodríguez. Los demás jugadores que participaron en la Copa Oro se quedaron en Estados Unidos, de donde tomarían rumbo hacia su respectivo destino.

Entonces se enfrentaron a una marea humana entre aficionados y periodistas que luchaban codo a codo y a empujones, por el autógrafo y la foto los primeros, y por la declaración y la imagen los segundos, lo que derivó en un caos total.

Se registraron algunos golpeados por ambos bandos, sin que nadie lograra imponer el orden, por lo que las cosas estuvieron cerca de salirse de control.

Ya se ha hecho costumbre que los seleccionados, vaya como vaya el equipo, se nieguen a dar declaraciones o se vayan por otro lado, sin que ninguna autoridad de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) trate de establecer protocolos.

LA ORDEN FUE NO HABLAR

Si Héctor Herrera, jugador del Porto de Portugal vertió breves declaraciones acerca de la Copa Oro y su participación personal, se debió a que fue obligado por los apretujones de que fue víctima y las corretizas que pegó por sentirse agobiado por tantos micrófonos y grabadoras que le pedían sus puntos de vista.

Paúl Aguilar, Alanís y Herrera Equihua también abandonaron el aeropuerto por la puerta de enfrente, pero ellos prefirieron no decir nada. Diego Reyes y Oribe Peralta fueron vistos a lo lejos, apurando el paso para no ser perseguidos. El directivo que acompañó al equipo a la ciudad de México fue Fernando Cerrilla, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol.

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