Igor Akinfeev es alcanzado por un proyectil lanzado desde la tribuna e interrumpe el Montenegro vs. Rusia, que terminó suspendido por violencia
El partido entre las selecciones de Montenegro y Rusia, clasificatorio para la Eurocopa 2016, fue suspendido momentáneamente en el primer minuto después de que una bengala lanzada desde las gradas impactara en la cabeza del portero ruso, Igor Akinfeev.
El árbitro alemán que dirigía el encuentro, Deniz Aytekin, mandó enseguida a los dos equipos al vestuario después de que los servicios médicos sacaran a Akinfeev del terreno de juego.
Los aficionados permanecieron en el campo de la capital de Montenegro a la espera de que el silbante decidiera si el partido podría ser reanudado o se cancelaría definitivamente.
Tras media hora de espera, el duelo fue reanudado, sin embargo, el arquero lesionado fue llevado a realizarse pruebas médicas a un hospital cercano, donde el futbolista registrón quemaduras en el cuello y parte del cabello.
Rusia tuvo que gastar un cambio, pues Akinfeev fue sustituido por Yuru Lodyguin.
Por si fuera poco, también el comienzo del segundo tiempo fue retrasado después de que algunos aficionados montenegrinos arrancaran sus butacas para lanzarlas a los seguidores rusos.
Tras una reunión urgente entre responsables de la UEFA y de las dos selecciones, se decidió seguir con el partido a pesar de todos los incidentes, aunque se advirtió por megafonía que el partido sería suspendido definitivamente en caso de que pasara algo más.
Y pasó tras el penalti pitado contra Montenegro y fallado por el conjunto ruso en el minuto 65, a lo que siguió una discusión entre jugadores y cuerpo técnico en el campo y nuevos incidentes violentos en las gradas.
Finalmente, la UEFA suspendió definitivamente el encuentro cuando el marcador marcaba un empate a cero, y las aficiones fueron sacadas del campo por separado.
Queda por saber si los minutos restantes se jugarán en otra jornada, o si bien una victoria técnica será adjudicada a Rusia.
El conjunto ruso, entrenado por el italiano Fabio Capello, salió con ganas de llevarse el partido en el primer tiempo, pero al igual que en otros encuentros a lo largo del último año, incluido el Mundial de Brasil, sus delanteros se mostraron poco acertados ante la portería contraria a pesar de contar con numerosas ocasiones.
Hasta cuatro oportunidades de gol tuvieron los rusos en los primeros 45 minutos, dos de ellas, bastante peligrosas, salieron de los pies de Dzagóev y Kokórin.
En el último minuto de la primera mitad, al igual que en el primero, la mala suerte se cebó con los pupilos de Capello: mientras Dzagóev se lesionaba ya en el descuento, el guardameta montenegrino Poleksic despejaba con dificultades un enrevesado cabezazo de Kokorin a segundos de que pitara el arbitro.