*En anteriores artículos mencioné la existencia de armamento superior al del Ejército mexicano y al de las policías del país en manos de los cárteles de la droga.
En las acciones delictivas del Cártel Jalisco Nueva Generación le tocó al Ejército mexicano perder a siete de sus integrantes, al ser derribado un helicóptero Cougar EC-725 de la Fuerza Aérea Mexicana en Jalisco, el cual trasladaba a cinco integrantes de su tripulación, 11 pasajeros militares y dos agentes de la Policía Federal. Lo cierto es que este tema del armamento es de seguridad nacional, por lo que el presidente Enrique Peña Nieto, por conducto del canciller José Antonio Meade, tiene que incorporar en la agenda binacional, junto con su homólogo estadunidense Barack Obama, el análisis, discusión y salidas posibles de solución a este asunto, que está incendiando a nuestro país. No hacerlo sería irresponsable e indolente.
Cifras oficiales indican que, de 2006 a 2013, tan sólo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisó 64 lanzacohetes del tipo RPG-7 de fabricación rusa, los cuales fueron construidos originalmente para atacar tanques de guerra. Es por ello que la capacidad de fuego de los grupos delincuenciales ha aumentado sustancialmente y, consecuentemente, sus áreas y rutas geográficas para seguir con sus ilícitos negocios como los enervantes, las extorsiones y los secuestros, por mencionar algunos” pero mucho de lo que nos acontece y aqueja se origina en el vecino país de Norteamérica” a saber, allá está el mercado más grande de consumidores de droga y la regla de oro es que mientras existan quienes la compren para su consumo, habrá quienes la produzcan y la transporten, al ser un negocio ilícito, el más rentable de todos. Los narcos les llevan droga y, a cambio, les pagan con dólares y, ojo, estimado lector, con armas.
Entonces, ¿quién permite que se inunde de armas a nuestro país?… Adivinó, estimado lector. Recordemos que allá están los principales fabricantes de armas y es una de las industrias más rentables y, si no, ahí están las casi diez mil tienditas de armas colindantes con la frontera mexicana, que publicamos con el fallido operativo de Rápido y Furioso, que, por cierto, no sancionó a nadie de allá y menos de aquí. Por ello, la Cancillería tiene trabajo. Tráfico de drogas, armas y personas, siguen siendo grandes temas entre ambos países del Hemisferio norte y ni qué decir con los vecinos de Centroamérica. “Allá todo pasa”. Nuestra frontera sur sigue siendo una coladera.
Washington emitió una nueva alerta para advertir a sus ciudadanos “sobre el riesgo de viajar a ciertos lugares de México”. Alertas que emite desde 2006; paradójico, inunda de armas a México y luego se queja. ¿O no, estimado lector?