El gobierno de India aprobó hoy un decreto de ley que sanciona con hasta siete años de prisión a quien ataque al personal médico, de enfermería o relacionado durante el periodo de la pandemia de COVID-19.
La medida fue reconocida por la Asociación Médica del país, que había anunciado con tomar medidas drásticas si el gobierno no frenaba las numerosas agresiones y discriminaciones contra los médicos y enfermeros del país.
El decreto contempla como pena máxima una multa de seis mil euros, así como un arresto que puede ir desde los tres meses hasta los siete años dependiendo de la gravedad de los ataques contra personal médico y de enfermería.
La asociación reportó que el 21 de abril una multitud impidió que un médico cirujano, fallecido por complicaciones relacionadas con el COVID-19, fuera enterrado en un cementerio en el sur de la ciudad de Madrás, alegando “temor a posibles contagios”.
Si bien la asociación reconoció la medida como “un primer paso para detener los ataques”, pidieron que las sanciones se mantengan aun después de la crisis sanitaria para crear un cambio real en el país.
“Las personas no atacan a un oficial de policía porque saben que es un delito grave. Por lo tanto, esta ley debe tener el mismo efecto disuasorio. Entendemos que estos ataques son el resultado de un enojo repentino, generalmente en el caso de la muerte de un ser querido, y no queremos castigar a nadie”, destacó Laila Asokan, secretaria general de la Asociación Médica de India.
De acuerdo con Asokan, en los últimos dos meses se han registrado “varios casos de médicos atacados en hospitales”, así como reportes de personal de la salud que ha sido desalojado de sus hogares y algunos han sido incluso “amenazados cuando toman la pruebas” de detención de COVID-19.
“Este tipo de evento hace que los profesionales de la salud se pregunten si tenían razón al elegir esta profesión. Los jóvenes, sobre todo, están desmoralizados ”, agregó Asokan.