Dicen que el ser humano, sea hombre o mujer, es polígamo por naturaleza y monógamo por acuerdo social. ¿qué hay detrás de la infidelidad femenina? ¿es posible tener a más de uno? ¿se puede amar a dos hombres a la vez?
Tu relación tiene problemas de comunicación, ha caído en la rutina. De pronto alguien te mueve el tapete y tienes una motivación para bajar de peso, cambiar de guardarropa, ir al salón de belleza más seguido, cuidarte. Es inevitable, algo pasa, los sentimientos hacia tu pareja no han cambiado (o tal vez sí). Lo amas, quieres seguir con tu vida matrimonial pero algo rompe con lo que tenían hasta ese momento.
La culpa te invade y temes que te descubra. Es evidente que ha aumentado tu consumo en llamadas y pasas mucho tiempo en tus redes sociales, el contacto con esa otra persona que ha entrado en tu vida. Ya no te importa si tu pareja llega más tarde de la hora habitual ni que tenga olor a alcohol, de hecho es un alivio para ti. Antes él era quien no quería que lo acompañaras a reuniones de trabajo o con amigos. Ahora te sientes irreconocible porque esperas la ocasión para estar sola e ir al encuentro con tu amante.
Te has vuelto distante y agresiva con tu esposo, empiezas a tener nuevos gustos y hobbies que te recuerdan a tu nuevo amor. Estás emocionada pero te sientes culpable porque tu pareja te ha reclamado varias veces el cambio: la falta de afecto repentina, la poca atención de tu parte. La actividad sexual marital se ha convertido en escasa, casi inexistente. Y pensar que tú misma has estado en el lugar de tu esposo. Sí, anteriormente ya le has perdonado una infidelidad y él está ahora en la misma situación que tanto le recriminaste. Te sientes intranquila y acelerada la mayor parte del tiempo.
¿De qué se trata la fidelidad?
Antes de hablar de la infidelidad, de las razones que tienen las mujeres para ser infieles y del involucramiento emocional hacia un tercero en discordia, tratemos de analizar qué es la fidelidad. ¿Por qué nos preocupa tanto?
Cuando decides unir tu vida a una persona (ya sea con papelito legal o simplemente en un acuerdo mutuo), la posibilidad de ser infiel es aberrante, impensable. En ese momento estás en la fase que el escritor Francesco Alberoni denomina enamoramiento, el cual dista mucho del verdadero amor. El enamoramiento es la pulsión salvaje y hormonal que sientes hacia la otra persona. Por desgracia esa pulsión solo dura un par de años, de acuerdo con los expertos. ¿Qué viene después?
Todo lo que viene después dentro de una relación es decisión, el amor y la fidelidad vienen del cerebro, no de los genitales. Ambos acordaron monogamia y sí, el ser humano, hombre o mujer, es polígamo por naturaleza y monógamo por convención social. Es decir, tanto tú como mujer como él podrán tener millones de oportunidades para estar con otra persona y la decisión de dar o no el paso hacia la infidelidad es personal. El impulso humano y carnal no desaparece, te pueden gustar uno o muchos hombres (lo mismo que a él con las mujeres), pero decides ser fiel porque no quieres perder lo que tienes con tu pareja. Pones en una balanza una y otra cosa y gana lo primero. Ahora que, si la relación está tan desgastada que ya no queda nada bueno, ¿por qué no terminar antes de que llegue el engaño?
El espejismo del amante
Anabel Ochoa dice en el libro El Universo de la sexualidad que «ningún amante ronca la primera noche, sólo los maridos. Cásate con el ser querido fantástico y, una vez convertido en rutinario roncará como todos». El otro es la promesa, pero no quiere decir que sea verdadero. Al ser un sentimiento salvaje, el enamoramiento puede confundirnos.
Las cosquillas y el proyecto de vida personal no son lo mismo. Siempre habrá alguien que te excite por su cuerpo, su chequera, su estilo o simplemente por la adrenalina que tiene la novedad. Si es lo que quieres, por qué no decidir estar con varias parejas y llegar a un acuerdo de poliamor. El problema de cualquier infidelidad (masculina o femenina) es el engaño, la ruptura del compromiso social.
¿Se puede amar a más de uno?
De acuerdo con el portal Ashley Madison, dedicado a las citas extramaritales, el 80% de las mujeres en realidad no quieren dejar a su pareja cuando tienen una infidelidad. Simplemente buscan sexo. De lo anterior podemos inferir que, más que amar a dos personas a la vez, el tipo de sentimiento por uno es la pulsión sexual del enamoramiento y por el otro la decisión de amar.
Para Anabel Ochoa, sí se puede tener más de un hombre a la vez pero, «hay que ser honestos y no decir que hacemos lo contrario a lo que decimos. Hay personas que permiten al hombre cuatro esposas oficiales y, aparte, tantas concubinas como pueden mantener. Yo he vivido en esas culturas y las esposas no se sienten engañadas».
Cuando se pone sobre la mesa la posibilidad del poliamor nadie engaña a nadie, saben a lo que van. Muy al contrario muy al contrario si se juegan con las ventajas y no con las obligaciones. Sin importar si el infiel es hombre o mujer, cuando se crea un personaje en la relación, se dice que es fiel y son infieles es cuando viene la culpa y el engaño.