Asimismo, los electores se negaron a aprobar una actualización en el concepto de familia. El Ejecutivo, que apoyaba los cambios, reconoció temprano la derrota.
Los irlandeses rechazaron de forma clara reformar la Constitución para eliminar las referencias anticuadas incluidas en el texto sobre el papel de la mujer en la sociedad, así como modernizar el concepto de familia, en un referéndum celebrado el viernes cuyos resultados se conocieron este sábado (09.03.2024). Poco antes, el primer ministro había reconocido la derrota de la propuesta del Ejecutivo.
El 73,9 por ciento del electorado, formado por 3,3 millones de personas, votó en contra de la propuesta encaminada a modificar dos artículos que aluden en la carta magna al ‘lugar de la mujer en el hogar’, para sustituirlos por un lenguaje que reconocía la provisión de cuidados en la familia y aspiraba a borrar conceptos sexistas y discriminatorios.
El Ejecutivo, una coalición de cristianodemócratas, centristas y verdes, sufrió asimismo una inesperada derrota en otro referéndum paralelo celebrado también el viernes con el que quería modernizar el concepto de familia para extenderlo más allá del basado en el matrimonio, que fue rechazado por el 67,7 por ciento de los votantes. La Constitución, que data de 1937, muestra la fuerte influencia que impuso la Iglesia católica en el país.
Mea culpa del primer ministro
La primera pregunta de la consulta popular propuso ampliar el concepto de la familia para extenderlo más allá de la base del matrimonio, incluyendo las «relaciones duraderas», como las parejas que no se han casado y sus hijos. La segunda pregunta planteó borrar una referencia anticuada sobre el papel de las mujeres en el ámbito doméstico, que afirma que deben cumplir con «sus obligaciones» en el hogar.
«Creo que a estas alturas está claro que las enmiendas han sido rechazadas», declaró temprano en una rueda de prensa el primer ministro, Leo Varadkar, y añadió que su gobierno «acepta el resultado y lo respetará plenamente». «Fue nuestra responsabilidad convencer a la mayoría de la gente de que votara ‘sí’ y no lo hemos conseguido», añadió el jefe del Ejecutivo.
Según estimaciones publicadas por la prensa irlandesa, la participación en el referéndum celebrado el viernes no superó el 50 por ciento.